Para quienes no conozcan al Colegio, ¿puedes resumirnos los objetivos fundamentales de esta organización?
El objetivo fundamental del Colegio de Químicos es doble. Por un lado, está la defensa de la profesión de nuestros colegiados, pero también de los usuarios, de los consumidores y de la sociedad en general. Somos una corporación de derecho público, estamos en un punto intermedio entre la administración y los colegiados, y entre los colegiados y los usuarios finales.
¿A qué profesionales agrupa el Colegio?
El colectivo mayoritario está compuesto por los licenciados en química, pero también se pueden colegiar con nosotros los ingenieros químicos, profesionales de las ciencias ambientales y tecnología de los alimentos.
¿Qué aporta el Colegio a los profesionales del sector?
Nosotros nos encargamos de la defensa de la profesión, estamos ahí para reivindicar las necesidades del colectivo, muchas veces ante la administración y otras muchas para regular nuestra función. Y también para formarlos; la formación del profesional no termina una vez sale de la facultad, como cualquier otra profesión requiere de formación continua y actualizada.
¿Qué percepción cree usted que se tiene de la química en la sociedad?
La percepción ha cambiado muchísimo en estos últimos años, hace 20-30 años podíamos tener algo más de lo que nosotros llamamos “quimifobia”, un término que hace referencia a la manera peyorativa que asumía la sociedad al referirse a cualquier producto químico, sin entender que la química estaba en todo. En este aspecto la sociedad ha evolucionado mucho y el trabajo de los profesionales de la química se ha visto más y mejor reflejado, la gente ha entendido que los químicos están en todas partes.
En la época actual hay que partir de la base de que sin los químicos es inviable un futuro sostenible y este es el punto más importante en el que toda la sociedad está incidiendo: en mantener la sostenibilidad.
En definitiva, ha cambiado la percepción, aunque no siempre es del todo positiva y quedan algunos resquicios de aquella que se tenía antiguamente.
¿En qué aúnan esfuerzos para posicionar la química a la vanguardia y potenciar su importancia en la sociedad canaria?
Nosotros tratamos de, por un lado, dar visibilidad a todos los pro- fesionales de la química que trabajan en Canarias, apoyándoles en su trabajo y en su día a día. Y luego, por otro lado, de manera divulgativa apoyamos en medios de comunicación al colectivo, incidimos en formación y trabajamos de la mano de las Universidades para fomentar trabajos que lleguen a la sociedad y se reconozca nuestra labor.
Al final, el trabajo importante ya se hace, lo hace cada uno de los profesionales en su área, porque la química es transversal a muchas áreas. Son ellos los que lo hacen en el día a día y nosotros tratamos de divulgarlo y transmitirlo a la sociedad.
Incidiendo en su figura, es la primera mujer al frente del Colegio Oficial de Químicos de Canarias. ¿Cómo valora este hecho, teniendo en cuenta que hablamos de un colectivo en el que los hombres siguen siendo mayoría?
Lo valoro positivamente. También en este aspecto ha habido una evolución, hace años la presencia de mujeres era testimonial, hoy en día entre los estudiantes 1 de cada 3 son mujeres, aunque lo ideal es que sea 1 de cada 2.
Sí que hemos evolucionado bastante. No obstante, en los puestos de mayor responsabilidad todavía se ven menos mujeres, por lo que en esa parte queda mucho por hacer. En mi propia Junta directiva tengo menos mujeres de las que debería y aspiro a que este hecho cambie y seamos un 50%.
Recientemente, el Colegio y la Asociación de Químicos e Ingenieros Químicos de Canarias han firmado un acuerdo de colaboración. ¿Cuál es el fin del mismo?
El Colegio y la Asociación en Canarias siempre han trabajado de la mano. De hecho, la Asociación de Ingenieros Químicos se fusionó con la Asociación de Químicos hace unos años y empezaron a trabajar junto al Colegio.
El objetivo de este convenio es trabajar en la parte de la formación, es muy importante para nuestros profesionales estar formados y actualizados en las áreas transversales, puesto que los profesionales de la química trabajan en campos muy diversos y también se enfrentan a retos muy diversos en los mismos.