Fundación MAPFRE Canarias desarrolla una labor muy importante en la región. ¿Podría detallarnos cuáles son las principales líneas estratégicas que guían vuestro trabajo y cómo se definen las prioridades de actuación en el contexto específico de las Islas Canarias?
Desde hace cuatro décadas, trabajamos con el firme propósito de mejorar la calidad de vida de las personas del archipiélago, adaptando constantemente nuestras iniciativas a los desafíos sociales más actuales. En estos 40 años hemos destinado 100 millones de euros para mejorar la vida de más de 3 millones de personas en Canarias.
Nuestra actividad se articula en torno a cuatro áreas estratégicas: formación y empleo, acción social y salud, prevención y divulgación, y cultura y arte. Estas líneas de acción nos permiten impulsar proyectos que fomentan la inclusión, la empleabilidad, la concienciación y el acceso a la cultura. Todas nuestras decisiones se toman desde una escucha activa de nuestro entorno y en diálogo constante con agentes sociales, instituciones y la propia ciudadanía, buscando siempre dar respuestas reales a los problemas de nuestra sociedad. Entre nuestras prioridades recientes, destaca especialmente la atención a la salud mental, sobre todo en la infancia y adolescencia, una línea muy necesaria en el contexto actual. Según el informe The World Health Report 2001 – Mental Health: New Understanding, New Hope de la OMS la mitad de los trastornos mentales comienzan antes de los 14 años, y la promoción de la salud emocional y el apoyo temprano son esenciales para prevenir problemas graves a largo plazo, por eso en 2024 contamos con profesionales y expertas en conductas autolesivas y prevención del suicidio infantojuvenil como Begoña Ibarrola o Nuria Vega; y más recientemente, en el mes de mayo de este año, profundizamos en la importancia de la autoestima en la adolescencia con la psicóloga Xénia Moliner, de la Fundació Pere Tarrés.
La colaboración con otras entidades es fundamental para el éxito de muchos proyectos sociales. ¿Cómo establecen sus alianzas estratégicas con otras organizaciones, tanto públicas como privadas, en el archipiélago?
La colaboración es un pilar esencial de nuestra manera de trabajar. A lo largo de los años, hemos tejido una sólida red de alianzas con universidades, administraciones públicas, entidades del tercer sector y empresas privadas. Estas colaboraciones se basan en la confianza mutua y en objetivos comunes centrados en la mejora del bienestar de la comunidad canaria. Apostamos por un modelo de trabajo participativo, en el que cada persona o entidad aporta su experiencia y conocimiento, lo que nos permite ampliar el impacto de nuestras iniciativas.
La presentación de los resultados de la primera edición de «EXPERIMENTA el LAB Inclusión» ha generado gran interés. ¿Podrían profundizar en la génesis de este laboratorio? ¿Cuál fue la motivación principal para centrarse en la inclusión de personas con discapacidad intelectual y del desarrollo en esta primera edición?
La creación del Laboratorio de Innovación Social nace de un proceso interno de reflexión sobre nuestra misión y el impacto de nuestras acciones. Esta iniciativa responde al deseo de crear espacios colaborativos donde se escuche activamente a los colectivos afectados, se detecten problemáticas y se generen soluciones reales y prototipos viables.
En su primera edición, centrada en la inclusión de personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, trabajamos junto a la Asociación de Entidades Plena inclusión Canarias para responder a una necesidad urgente: evitar la segregación y favorecer la participación comunitaria de estas personas. El laboratorio fue un espacio de encuentro entre profesionales, estudiantes, familiares y personas con discapacidad, que dio lugar a propuestas innovadoras con un alto valor transformador.
¿Qué aprendizajes clave ha obtenido Fundación MAPFRE Canarias de esta primera edición del Laboratorio de Innovación Social? ¿Y cómo influirán estos aprendizajes en el diseño y desarrollo de futuras iniciativas en el ámbito de la inclusión u otras áreas de actuación?
Uno de los aprendizajes más significativos ha sido el valor de la participación colaborativa. La diversidad de perfiles —27 personas y entidades— enriqueció enormemente el proceso, destacando la importancia de que las propias personas destinatarias del proyecto participen activamente en el diseño de soluciones. Este enfoque participativo no solo mejora los resultados, sino que refuerza el compromiso colectivo.
Esta metodología, centrada en la co-creación y en la puesta en práctica de los prototipos desarrollados, será clave en futuras ediciones del laboratorio y en otras iniciativas de la Fundación, permitiéndonos seguir dando respuestas innovadoras y eficaces a los desafíos sociales más actuales.
Precisamente este año pondremos en marcha, también en colaboración con la Asociación de Entidades Plena inclusión Canarias, una de las propuestas surgidas de este primer laboratorio. Estamos elaborando de forma conjunta una Guía para la Organización de Eventos Comunitarios Inclusivos que, además, testaremos de forma práctica con la organización de un Evento de Ocio Inclusivo.
Tras el éxito del primer laboratorio centrado en la inclusión, ¿qué motivó a Fundación MAPFRE Canarias a elegir la «nueva longevidad» como eje central de esta segunda edición? ¿Qué aspectos específicos de este tema consideran que requieren una atención más innovadora en el contexto canario?
Cada edición del laboratorio aborda un reto diferente y de gran relevancia social. En esta ocasión, hemos querido poner el foco en la nueva longevidad, una cuestión cada vez más urgente ante el envejecimiento progresivo de la población. Según Naciones Unidas, el número de personas mayores de 60 años se duplicará para 2050, planteando grandes retos sociales, pero también importantes oportunidades.
Con este enfoque, y en alianza con la Universidad de La Laguna, a través de su Departamento de Estudios Universitarios para Personas Adultas y Mayores (EUPAM), buscamos generar un proyecto intergeneracional que contribuya a construir una imagen positiva del envejecimiento y a combatir la soledad no deseada en la comunidad canaria.
¿Qué tipo de perfiles de participantes esperan convocar para este segundo laboratorio?
Estudiantes mayores de 45 años o personas prejubiladas que participan en la EUPAM, estudiantes de Psicología y Pedagogía, alumnado de Integración Social, profesionales del ámbito social como Trabajadores Sociales, Psicólogos, Mediadores Comunitarios, representantes de colegios profesionales (Trabajo Social, Psicología, Sociología) y entidades sociales como Asociación Galipera o Asociación para la inclusión Acompáñame. Esta pluralidad enriquece la experiencia y permite abordar el reto desde múltiples perspectivas.
Considerando la experiencia del primer laboratorio, ¿qué aspectos de la metodología se mantendrán y cuáles podrían evolucionar o adaptarse para abordar las particularidades del tema de la nueva longevidad?
Mantenemos nuestra estructura metodológica basada en cuatro roles: Promotores, Dinamizadores, Colaboradores y Mentores. En esta edición, la Universidad de La Laguna actúa como entidad copromotora, mientras que la dinamización está a cargo de Olatz Huerta (Beforget).
También hemos incorporado novedades respecto a la edición anterior que van a enriquecer aún más el desarrollo del Laboratorio, como el refuerzo a través del papel de los mentores, que aportan conocimiento especializado y guían a los participantes en el proceso de reflexión. Entidades como Cáritas Diocesana de Tenerife, el Teléfono de la Esperanza, el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE, ASHOKA y el Laboratorio de Innovación Social de la ULL aportan una mirada experta que, sin duda, elevará la calidad de las soluciones desarrolladas.
¿Cuáles son las ambiciones a largo plazo de Fundación MAPFRE Canarias en su contribución al bienestar y al desarrollo social de las Islas Canarias? ¿Existe algún objetivo específico que les gustaría alcanzar en los próximos 5 o 10 años?
Nuestro principal objetivo es seguir siendo una Fundación útil, cercana y comprometida con todas las personas de Canarias. Ampliar nuestro impacto en las cuatro áreas estratégicas que nos definen, con especial atención a retos actuales como el empleo juvenil, la salud mental infantil y adolescente, la inclusión de colectivos vulnerables o el envejecimiento activo.
A largo plazo, aspiramos a consolidar iniciativas como los Laboratorios de Innovación Social, que permiten dar voz a la ciudadanía y co-crear soluciones reales y transformadoras a los desafíos sociales más urgentes. Desde la Fundación seguiremos esforzándonos y trabajando a diario con ilusión para ser parte activa en el desarrollo de un archipiélago más justo, inclusivo y resiliente. Porque creemos, de verdad, que un futuro mejor para Canarias es posible y que podemos construirlo entre todos y todas.
