En un momento crucial para el archipiélago, donde la emergencia energética y la búsqueda de soluciones sostenibles ocupan el centro del debate público, usted se encuentra al frente de iniciativas clave para asegurar el futuro energético de las islas. La activación de los ocho primeros proyectos dentro de la emergencia energética ha generado gran expectación. Para comenzar, ¿podría detallarnos cuáles son específicamente estos ocho proyectos que se han priorizado y en qué islas de nuestro archipiélago se van a implementar?
Desde que se declaró la emergencia energética en Canarias en octubre de 2023, hemos actuado con la urgencia que la situación exigía para garantizar el suministro eléctrico de forma segura. Fruto de ese esfuerzo, y en tiempo récord, se han activado ocho proyectos prioritarios distribuidos en tres islas: Tenerife, Fuerteventura y Gran Canaria y en los que trabajan las empresas DISA y Sampol. Estos ocho proyectos representan un primer paso sin precedentes en España y decisivo que permitirá cubrir una importante parte del déficit energético existente y donde además, recientemente se ha aprobado una segunda fase con dos proyectos más para Gran Canaria, lo que nos permitirá cubrir el 90% del déficit actual de potencia.
En la actualidad, ¿cuál es la situación energética de Canarias?
La situación energética de Canarias atraviesa un momento de extraordinaria complejidad debido a la obsolescencia de buena parte de los grupos generadores y a la falta de renovación e inversión en infraestructuras esenciales durante los últimos años. Esta realidad ha derivado en un déficit de potencia que actualmente asciende a 268 MW, distribuidos entre Gran Canaria (138 MW), Tenerife (80 MW) y Fuerteventura (50 MW). Este déficit ha sido reiteradamente señalado por Red Eléctrica de España y, tras el cero energético registrado en La Gomera, decidimos declarar la emergencia energética en octubre de 2023. La gravedad de este escenario exigía una respuesta urgente y decidida, y por ello se han puesto en marcha medidas excepcionales que nos permiten reforzar la seguridad del suministro mientras avanzamos hacia soluciones estructurales de largo plazo, como el concurso de concurrencia competitiva que renovará y modernizará el parque generador canario. Además, trabajamos en diferentes acciones que aceleren la penetración de energías renovables en el territorio, que aún es escasa, con el objetivo de acercarnos a los hitos que nos marca el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Usted ha destacado que los proyectos comentados cubren aproximadamente el 50% del déficit actual. ¿Qué estrategias adicionales se están considerando para abordar el 40% restante?
En efecto, los proyectos activados hasta el momento permiten cubrir cerca de ese porcentaje, no nos conformamos con esa cifra. Por ello, y fruto de ese trabajo, podemos anunciar con orgullo que ya el Miteco ha aprobado una segunda fase, específica para Gran Canaria que incorpora dos proyectos clave: una unidad flotante de generación, ) de 100 MW, y una instalación terrestre adicional de 20 MW similar a las ya aprobadas. Asimismo, hemos previsto una tercera fase con nuevas instalaciones, como una de 15 MW en Fuerteventura, para lo que ya estamos gestionando la autorización correspondiente con el Ministerio. A medio y largo plazo, la gran apuesta es el concurso de concurrencia competitiva que hemos conseguido activar tras más de una década de inacción. Este proceso aportará 971 MW adicionales al sistema eléctrico canario y representa la solución estructural que permitirá renovar definitivamente los grupos obsoletos, diversificar la generación y garantizar una mayor penetración de renovables.
Se ha mencionado que estos proyectos se activarán únicamente en situaciones críticas para garantizar el suministro. Concretamente, ¿cuáles serían esas ‘situaciones críticas’ y cómo se determinará el momento exacto para la activación de estas infraestructuras? ¿Existirá algún protocolo o umbral es- pecífico?
Efectivamente, los grupos activados dentro del concurso de emergencia están concebidos como una medida extraordinaria y de carácter temporal, destinados a operar únicamente en momentos críticos para la seguridad del suministro. Estas situaciones críticas serán identificadas por el operador del sistema, Red Eléctrica, y responderán a circunstancias como caídas de red, picos de demanda inesperados, fallos en otras infraestructuras clave o cualquier otra condición que pueda poner en riesgo la estabilidad del sistema.
En el contexto de la emergencia, ¿se han identificado oportunidades para acelerar la implementación de soluciones innovadoras en el ámbito energético, como el almacenamiento a gran escala?
Sí, sin duda. La situación de emergencia ha actuado como catalizador para explorar e implementar soluciones tecnológicas innovadoras que, en condiciones normales, habrían requerido más tiempo. Hemos identificado oportunidades en varios frentes. De esta forma, se están desarrollando estrategias de almacenamiento energético a gran escala en islas como Gran Canaria con el Salto de Chira, que va a permitir cubrir el 36% de la punta máxima de demanda total de Gran Canaria. Además, desde la Consejería también trabajamos en el desarrollo de almacenamiento energético a gran escala en aquellas islas que aún no cuentan con estas infraestructuras y tienen posibilidades de albergarlas, como Tenerife y La Palma.
“La situación energética de Canarias atraviesa un momento de extraordinaria complejidad debido a la obsolescencia de buena parte de los grupos generadores y a la falta de renovación e inversión en infraestructuras esenciales”
Por su parte, la emergencia energética, ¿ha afectado o modificado la hoja de ruta del Gobierno canario en cuanto a la descarbonización y el cumplimiento de los objetivos de energías renovables para 2030? ¿Cómo se compatibilizan las medidas urgentes con la estrategia a largo plazo?
La emergencia energética no solo no ha desviado nuestros objetivos de descarbonización, sino que ha reforzado la necesidad de acelerar la transición energética. Las medidas urgentes que hemos tomado son perfectamente compatibles con la estrategia a largo plazo y han sido diseñadas precisamente para ganar tiempo mientras se implementan soluciones definitivas. Así, el concurso de emergencia cubre temporalmente el déficit, pero ya trabajamos en paralelo en el despliegue del concurso de concurrencia competitiva, que renovará el parque generador con criterios de sostenibilidad. Además, hemos reformado la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de Canarias, adaptándola para dar mayor seguridad jurídica y facilitar la implantación de energías renovables gracias a herramientas como las Zonas de Aceleración de Renovables o la participación local de un 20% en este tipo de proyectos. Por tanto, nuestras acciones responden a un equilibrio entre lo urgente y lo importante: garantizar el suministro hoy, para evitar apagones, pero sin perder de vista el horizonte de un modelo energético limpio y autosuficiente que nos marca el PNIEC. Sabemos que es un reto complejo, pero trabajamos para llegar a esos objetivos impulsando también retos de futuro clave como el despliegue de la eólica marina.
En esta línea e incidiendo en la colaboración interinsular, la reunión con el consejero de Baleares subraya la importancia de la colaboración entre archipiélagos. ¿Qué aprendizajes específicos espera obtener Canarias de la experiencia de Baleares en la gestión de sistemas eléctricos insulares, y cómo se traducirán estos aprendizajes en políticas concretas para Canarias?
La experiencia de Baleares en la gestión de sus sistemas eléctricos insulares nos ofrece un valioso referente del que podemos aprender. Compartimos desafíos comunes, como la fragmentación territorial, la dependencia energética, las dificultades logísticas o la limitación del territorio disponible. De esta colaboración esperamos obtener aprendizajes y crear una línea de trabajo colaborativo y continuado que permita que ambos archipiélagos avancemos más deprisa hacia la garantía de suministro y los objetivos de descarbonización que marca el Plan Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Antes de concluir nuestra conversación, nos gustaría mirar hacia el futuro. ¿Podría resumirnos las principales líneas de trabajo que su Consejería seguirá impulsando en los próximos años para consolidar la seguridad energética de Canarias y avanzar hacia una transición energética efectiva y justa, más allá de estas medidas de emergencia? ¿Cuáles son los pilares fundamentales de su visión a largo plazo para el modelo energético del archipiélago?
Nuestra hoja de ruta para los próximos años se apoya en tres grandes pilares: seguridad del suministro, descarbonización del sistema y participación ciudadana. En primer lugar, consolidaremos la seguridad energética a través de la puesta en marcha de los grupos de emergencia, la ejecución del concurso de concurrencia competitiva y la mejora de las interconexiones entre islas, como la que ya se está construyendo entre La Gomera y Tenerife. En segundo lugar, seguiremos avanzando hacia un modelo descarbonizado, con más renovables, mayor almacenamiento y almacenamiento a gran escala y menos dependencia de combustibles fósiles. Y, en tercer lugar, apostamos por un modelo participativo, que permita a la ciudadanía y a las instituciones y organismos canarios formar parte activa de la transición a través de comunidades energéticas y proyectos con retorno social y económico local. Todo ello acompañado de una mejora de la planificación, la agilización de los procedimientos administrativos y el refuerzo de la red de transporte eléctrico. En definitiva, nuestro objetivo es dejar atrás un sistema vulnerable y centralizado, y construir un modelo moderno, flexible, limpio y justo.
“Se están desarrollando estrategias de almacenamiento energético a gran escala en islascomo Gran Canaria con el Salto de Chira, que va a permitir cubrir el 36% de la puntamáxima de demanda total de Gran Canaria”
Finalmente, consejero, ¿cuál es su mensaje a la ciudadanía canaria con respecto a esta situación de emergencia energética y los esfuerzos que se están llevando a cabo para garantizar un suministro eléctrico seguro y sostenible?
A la ciudadanía de Canarias quiero decirle que somos plenamente conscientes de la preocupación que genera la situación energética actual, y que desde el primer día hemos trabajado con responsabilidad, transparencia y determinación para hacerle frente. La declaración de emergencia fue una medida valiente, pero absolutamente necesaria para poner en marcha soluciones urgentes. Hoy, ya estamos ejecutando proyectos concretos que aumentan nuestra capacidad de generación, y hemos conseguido que el Estado se comprometa financieramente con medidas que no tienen precedentes en España. Al mismo tiempo, seguimos impulsando la transición energética, porque no basta con asegurar el suministro, hay que hacerlo con sostenibilidad y justicia. Les pedimos confianza, porque estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para que Canarias deje atrás un modelo energético frágil y entre de lleno en una nueva etapa: más segura, más limpia y más participativa. Este es un compromiso firme con el presente, pero sobre todo con las futuras generaciones.