Másquecarpas, empresa del Grupo Fedola, celebró su décimo aniversario en el Centro de Eventos DragoMar de Tacoronte con un acto cargado de emoción y reconocimiento. La velada repasó la trayectoria de la compañía y sirvió de escenario para presentar su nueva imagen corporativa, reflejo de una empresa más moderna, profesional y dinámica, pero fiel a la humildad que la ha acompañado desde sus orígenes.
Durante el evento, la vicepresidenta del Grupo Fedola y directora general de Másquecarpas, Mónica López, destacó la importancia de la diversificación del grupo y de haber confiado en un proyecto que, con paciencia y esfuerzo, ha sabido consolidarse. Además, lanzó un mensaje especial a los compañeros “que han respondido con compromiso a cada exigencia de adaptación de la marca y son los verdaderos protagonistas de este aniversario”.
En la misma línea se expresó la presidenta del Grupo, Victoria López, quien en el cierre del evento animó a la marca a seguir planteando desafíos a la corporación: “Nosotros estamos encantados de ver cómo Másquecarpas crece con estándares de calidad difíciles de encontrar en el mercado actual”.
Lo que nació como un servicio de alquiler de carpas, sillas y mesas para eventos privados y públicos, se ha transformado en una compañía capaz dedar respuesta a los mayores retos de la industria cultural y del entretenimiento en Canarias. En esta década, Másquecarpas ha pasado de apoyar celebraciones locales a especializarse en estructuras temporales verticales como escenarios, graderíos o rampas, hoy imprescindibles en grandes eventos.
El salto a los festivales
Para Mónica López, Másquecarpas representa a la perfección la estrategia de diversificación del grupo. “El grupo apostó por esta marca incluso cuando era apenas una idea con muchas dificultades iniciales”, apuntó. “Hace diez años recibió el impulso necesario y desde entonces ha sabido esperar su momento, explorando nuevos nichos hasta convertirse en referente en el montaje de las principales fiestas y festivales de Canarias”.
En 2015, con la llegada de Santiago Martín a la gerencia, la empresa reinició su actividad y comenzó la etapa que la ha llevado hasta hoy, con más de 30 empleados en plantilla. Martín recuerda que la prioridad en los primeros años fue disponer de las mejores carpas y un servicio diferenciado, aunque eso implicara renunciar a aceptar cualquier precio. Esa firmeza, asegura, fue lo que permitió ganarse primero la confianza de los clientes y, más tarde, la del propio Grupo Fedola, que apostó por invertir en el salto hacia las estructuras temporales.
La compañía vivió su primera gran oportunidad en 2020, cuando levantó los escenarios del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, semanas antes de que la pandemia paralizara toda la actividad. Pese a aquel difícil contexto, Másquecarpas supo mantener “las constantes vitales” hasta que la normalidad regresó, momento en que consolidó su crecimiento de la mano de las principales productoras de las islas, participando en festivales como Sunblast o Tenerife Cook Festival, además de fiestas patronales y tradiciones tan emblemáticas como las Fiestas del Cristo de La Laguna.