27/07/2024

Navidades con lo nuestro, con nuestros sabores
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La Navidad es una bonita época del año en la que todo cobra un olor diferente. ¿Quién no recuerda los aromas de los hogares de nuestros padres, abuelos y vecinos? Esos platos llenos de sabor y alegría que nos inundaban el paladar de sensaciones. Ahora, con tanta información y prisas comerciales, esos aromas se nos quedan […]

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La Navidad es una bonita época del año en la que todo cobra un olor diferente. ¿Quién no recuerda los aromas de los hogares de nuestros padres, abuelos y vecinos? Esos platos llenos de sabor y alegría que nos inundaban el paladar de sensaciones. Ahora, con tanta información y prisas comerciales, esos aromas se nos quedan muy lejanos. ¿Por qué toda aquella invasión de sabores se ha quedado en un simple recuerdo?

La respuesta puede ser que estamos perdiendo nuestra esencia. Volvamos a crear esos platos con lo nuestro. Cuando solo teníamos los vinos de nuestras viñas, lo que nos daba la tierra, esos platos creados con productos locales, de aquí. Es momento de volver a pensar en todas aquellas recetas y formas de cocinar, de buscar eso que hemos dejado atrás y nos huele a nuestra tierra.

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Canarias nos ofrece una gran variedad de productos locales que acompañan y conforman un puzzle perfecto para elaborar de nuevo esa tradición. No es necesario salir de nuestra tierra para adquirir productos diferentes porque aquí lo tenemos todo en su conjunto.

Es momento de recrear esos aromas, sabores y tradiciones para hacer presente el recuerdo a lo local a nuestra recetas sanas y saludables. Fijemos en nuestras memorias la esencia, disfrutemos saboreando lo nuestro y dejamos un legado que inspire a la generación que nos sigue. Enseñemos a los más pequeños a vivir eso que tanto nos gustaba de la Navidad.

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Dejemos de idealizar aquello que no es nuestro y volvamos a las fiestas llenas de pequeños detalles, de olor a leña y a frío, de diversión, de alegría y sobre todo de abrazos.

No permitamos que las nuevas gene- raciones mantengan en sus retinas mesas llenas de productos de fuera, de miradas aisladas, de compañías ausentes marcadas por tecnologías. Ser o no ser, estar y no estar. Es hora de sembrar, abonar y regar el futuro gastronómico que deseamos y no el que desea la industria comercial.

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