Óscar, me gustaría comenzar esta entrevista realizando una fotografía del estado actual del sector de la construcción, tanto en la provincia como en la isla de Tenerife. Llevamos años realizando entrevistas y planteando reclamaciones, y hay una tensión palpable ante las expectativas de un sector que ha estado sufriendo durante bastante tiempo.
Sí, el sector de la construcción es un pilar básico y estructural para la economía, no solo en Canarias, sino a nivel global.
Para que el sistema productivo funcione correctamente, el sector de la construcción debe operar con normalidad. En Canarias, y especialmente en Tenerife, atravesamos un momento de gran dinamismo, pero también enfrentamos prioridades urgentes que no son exclusivas de nuestra región, sino comunes a muchos países europeos.
Existe un retraso notable en la dotación de infraestructuras, no solo carreteras, también aeropuertos, instalaciones y equipamientos comunitarias e infraestructuras hidráulicas, lo que afecta directamente a la movilidad y calidad de vida de los ciudadanos. La congestión viaria y diaria, por ejemplo, tiene consecuencias económicas, medioambientales y hasta psicosomáticas.
A esto se suma un problema aún más crítico: la falta de vivienda. La declaración de urgencia habitacional refleja la presión creciente, sobre todo en zonas con alta demanda, y la necesidad urgente de vivienda en alquiler asequible.
Por eso, prefiero hablar de prioridades en lugar de problemas. Cuando hablamos de problemas, a menudo nos estancamos. Pero cuando analizamos estas prioridades junto con el gobierno, los agentes sociales, los empresarios y los sindicatos, lo triste y dramático es que llevamos décadas discutiendo las mismas dificultades desde hace muchísimo tiempo. De hecho, estos temas llevan más de 35 años presentes en el debate público.
Muchos de los problemas que mencionamos, por no decir la mayoría, requieren también de una voluntad política para comenzar a ser solucionados, para trazar un plan efectivo. Tú llevas años, incluso desde que te conocemos, insistiendo en que la sinergia público- privada es fundamental si queremos seguir avanzando.
Óscar, ¿notas que, al menos, empieza a existir una voluntad política real? No solo en programas electorales, sino una voluntad genuina para comenzar a caminar y resolver de verdad todas estas cuestiones, o al menos algunas de ellas.
Sí, en ese aspecto concreto creo que hemos avanzado, especialmente en esta última legislatura, en estos dos años y medio que ya han pasado. Sobre todo, gracias a la voluntad expresa del Gobierno de Canarias, y en particular del presidente Fernando Clavijo, que ha intentado impulsar en todos los ámbitos, especialmente en el sector de la construcción, esa tan necesaria sinergia público-privada. Algo que antes era solo un mantra repetido, pero que no se implementaba de manera real.
Hoy, al menos, se está intentando llevar a cabo, y eso ya supone haber subido un escalón importante. Aunque el ritmo sea más lento o más rápido, lo fundamental es no quedarnos parados, porque detenerse es retroceder.
¿Dirías entonces que la colaboración público-privada está funcionando ya, o todavía hay mucho camino por recorrer?
En este momento, tanto en infraestructuras como en vivienda, hay una colaboración público-privada muy significativa. El Gobierno de Canarias está muy implicado con todos los agentes sociales, no solo con Fepeco, sino con todas las organizaciones relevantes, lo que está propiciando una serie de principios y soluciones que, aunque no resolverán todo de inmediato, sí empiezan a marcar el camino. No podemos transmitir la idea de que todo se va a solucionar de forma instantánea, pero a corto plazo esperamos resultados palpables, tanto en vivienda como en infraestructuras.
Un ejemplo concreto y reciente es el Decreto 3/2025 de simplificación administrativa para la construcción de vivienda, aprobado en abril de este año. Este decreto es fruto de un año y medio de diálogo y colaboración entre el Gobierno autonómico y los agentes sociales, en especial las patronales del sector de la construcción tanto en Tenerife como en Las Palmas. Este decreto representa un avance muy importante y, de hecho, es uno de los más avanzados de España en cuanto a agilización administrativa.
Ahora bien, el paso que ha dado el Gobierno es fundamental, pero debemos exigir a los alcaldes y alcaldesas que se comprometan a cumplir con este decreto y que lo apliquen en sus municipios. Muchos ayuntamientos tienen dificultades para gestionar el urbanismo de manera eficiente, con licencias que tardan años en otorgarse cuando la ley establece un plazo máximo de tres meses. Por eso insisto en la responsabilidad que tienen los alcaldes y alcaldesas, así como la FECAM, la Federación Canaria de Municipios, para asegurar que este decreto se cumpla.
“El sector de la
construcción es un
pilar estructural
para la economía de
Canarias”
¿Hay resistencia por parte de algunos municipios?
Hay algunos alcaldes o alcaldesas que, por motivos ideológicos, se oponen a esta norma, aunque técnicamente no tengan justificación para hacerlo. Este decreto no es una solución mágica, pero sí es una medida muy viable y, dado que funciona en otras comunidades autónomas con normativas similares, ¿por qué no iba a funcionar en Canarias? Por lógica, debería funcionar.
Pero para que esto suceda, como antes mencionamos la colaboración público privada, es necesario también un compromiso y complicidad entre las distintas administraciones: la autonómica, la insular y, especialmente, la administración local. En el caso de la vivienda, aunque las competencias insulares son limitadas, estas van ganando importancia, y la coordinación entre los ayuntamientos y el Gobierno de Canarias, a través del Instituto Canario de la Vivienda, es fundamental para avanzar, con la colaboración y aportaciones que estamos haciendo continuando las dos patronales de la construcción de Canarias, FEPECO en Tenerife y AECP en Las Palmas.
Estamos hablando de una emergencia habitacional, y más allá del debate sobre el alquiler vacacional, que ya llevamos tiempo escuchando, la cuestión central es la vivienda pública. Óscar, ¿cuánta vivienda pública necesita Tenerife realmente?
En Canarias hay cerca de 28.000 solicitudes de vivienda social, pero la demanda real es mucho mayor. Muchas personas ni siquiera se inscriben al ver la larga lista de espera. Lo hemos advertido al Gobierno y a los ayuntamientos, en cuanto se empiece a construir con ritmo normalizado, la lista aumentará notablemente, revelando la verdadera magnitud del problema habitacional.
La falta de vivienda en Canarias es un problema muy grave que va más allá de lo material, la vivienda es un derecho fundamental recogido en la Constitución española, y una base esencial para la seguridad de las personas y las familias. Este problema no solo afecta a Canarias, sino también a otras regiones de España y países europeos.
En Canarias, para cubrir la demanda real, se deberían construir entre 10,000 y 12,000 viviendas sociales al año, pero el último año solo se han construido 4,000, generando un desfase de 6,000 viviendas que se ha acumulado al existente durante varios años debido a la insuficiente construcción de viviendas sociales en las últimas décadas.
¿A qué se debe que no se hayan construido esas viviendas sociales necesarias en Canarias?
La principal causa es la incapacidad de la Administración Pública de gestionar eficientemente su función como servicio público. Resolver la urgencia habitacional es una misión fundamental de la administración, pero la burocracia actual en Canarias es un obstáculo insalvable.
Llevo muchos años en el sector y he visto de todo: políticos eficientes y otros que ocupan su puesto por cuotas por islas o porque no tienen otra ocupación económica y hay que darles cobijo, sin entender la construcción ni cómo resolver estos problemas, lo que ha perjudicado mucho a Canarias.
En Canarias deberíamos
construir entre 10.000
y 12.000 viviendas
sociales al año
El problema principal de nuestra economía y construcción es una burocracia ineficiente que actúa como un muro infranqueable que impide avanzar. Simplificar la burocracia no significa eliminar controles, al contrario, da mayor seguridad jurídica, ya que está demostrado que la complejidad y lentitud de los trámites bloquean los procesos. Por eso comparo la burocracia canaria con una madeja enredada, donde es casi imposible encontrar el hilo que desenrede para resolver los problemas administrativos. Esta lentitud impide tramitar las licencias a tiempo, y sin ellas no se puede construir. Promotores y constructores saben que deben enfrentarse a este gran obstáculo burocrático que frena todo.
¿Qué medidas se están pidiendo al Gobierno de Canarias y a los ayuntamientos para agilizar la tramitación de licencias?
Solicitamos al Gobierno de Canarias y a los ayuntamientos que agilicen la gestión de licencias, usando todos los recursos disponibles, y que, si no pueden hacerlo internamente, externalicen este proceso a colegios profesionales o empresas acreditadas. Sin embargo, algunos alcaldes o alcaldesas y también algunos funcionarios empoderados, se han negado a aplicar el decreto de simplificación administrativa, lo que agrava la crisis habitacional y afecta a familias en situación desesperada.
Es vital que la burocracia mejore su eficacia, rapidez y seguridad jurídica para cumplir con su función. Los empresarios de la construcción actúan siempre dentro de las normas municipales y urbanísticas, que son muy estrictas y están en constante actualización, incluyendo normativas de sostenibilidad. Como presidente de los empresarios, apoyo estas nuevas regulaciones porque fortalecen el sector, eliminan a los no profesionales y garantizan seguridad y calidad para todos.
Óscar, para concluir y brevemente, no quiero dejar la oportunidad de preguntarte por la falta de personal. Porque este sector especialmente lo sufre. ¿Vamos en vías de solucionarlo o cómo se encuentra en ese momento?
No, es un problema generalizado, y no solo en la construcción, sino en casi todos los sectores económicos. De hecho, es un problema que afecta a absolutamente todos los sectores.
Actualmente no encontramos el número suficiente de trabajadores para cubrir las necesidades del sector de la construcción. Y esto no es solo algo local, sino que sucede en toda Europa; es un problema global. Tenemos una dificultad grande para cubrir el relevo generacional: la mayoría de los trabajadores tienen más de 45 años y los jóvenes no se están incorporando ni a la construcción ni a prácticamente ningún sector económico, habría que hacer una seria y profunda reflexión al respecto, para encontrar las soluciones precisas.
¿Se está haciendo algo para atraer a nuevos perfiles al sector?
Aunque las mujeres ya tienen una presencia casi igualitaria en cargos técnicos, gerenciales y de propiedad dentro del sector de la construcción, la segunda generación es casi mayoritaria en las empresas actualmente, su incorporación «a pie de obra» sigue siendo muy limitada, con solo un 12% de participación. No obstante, se observa un aumento en su presencia en los cursos de formación, lo que indica una tendencia positiva hacia una mayor inclusión.
Entonces, ¿qué motivos explican esta falta de mano de obra?
Es importante destacar que la falta de personal en la construcción no es un problema económico. Muchas veces se oye que antes se ganaba más y ahora menos, pero eso hay que matizarlo. El sector de la construcción tiene un convenio general que se aplica en toda España y, además, cada provincia tiene su convenio propio que se basa en ese convenio general, contando con las mejores condiciones económicas y sociales de todos los convenios de los variados sectores económicos, algo reconocido por el Gobierno, el Ministerio de Trabajo y la Seguridad Social.
Por eso hago un llamamiento una vez más a jóvenes y mujeres: el sector de la construcción ofrece enormes oportunidades de crecimiento personal y profesional. Muchas empresas canarias tienen propietarios que comenzaron como peones cuando eran jóvenes y fueron ascendiendo gracias a la formación continua.
Hablando de formación, ¿se podría decir que a día de hoy se exige mucho más que antes?
Hoy en día, para trabajar en obra es imprescindible contar con formación en prevención de riesgos y salud laboral, además de capacitación específica en el oficio a desempeñar. Toda esta formación queda registrada en la Tarjeta Profesional de la Construcción, un documento que funciona como currículum oficial y ayuda a las empresas a organizar mejor sus equipos.
Además, desde enero de 2025, somos el único sector económico en España que ha implementado un plan de pensiones pagado por los empresarios para todos los trabajadores.
“La burocracia en
Canarias es un
muro que impide
avanzar, así no se
puede construir”
Por tanto, la falta de incorporación de jóvenes y mujeres no es un problema económico, sino sociológico, como en otros sectores.
El Gobierno de Canarias publica estadísticas que indican entre 13,000 y 14,000 desempleados en construcción, pero siempre preguntamos: ¿dónde están? Porque si estuvieran disponibles, nosotros los contrataríamos. No hay paro real en la construcción, si hay desempleo es porque esas personas quizás están trabajando en la economía sumergida, que es una lacra no solo para el sector, sino para el conjunto societario.
Solo espero que cuando nos volvamos a reunir el próximo año en nuestra cita anual para hablar del sector, aunque estos problemas no estén completamente solucionados, al menos hayamos encontrado un camino claro para ir avanzando poco a poco y dejarlos atrás. Óscar, millones de gracias.
Gracias a ti por permitirme expresarme con tanta libertad y, sobre todo, por aprovechar para hacer un nuevo llamamiento y decir que “necesitamos urgentemente la incorporación de jóvenes y mujeres al sector”. Es fundamental cubrir ese relevo generacional, porque si no, el problema que enfrentaremos dentro de dos o tres años será aún más grave y difícil de solucionar.