Pablo, ya usted comentaba en otras intervenciones que el incentivo fiscal en Canarias, por sí solo, no es suficiente para atraer inversiones, destacando la importancia de contar con un ecosistema completo. ¿Qué estrategias y acciones específicas está implementando la Zona Especial Canaria para fortalecer su atractivo como destino de inversiones?
Efectivamente, el Régimen Económico y Fiscal de Canarias es uno de los más atractivos de Europa, y el incentivo fiscal juega un papel fundamental. Sin embargo, es esencial comprender que este incentivo, por sí solo, no genera riqueza. Necesitamos un ecosistema empresarial sólido, con talento y una demanda efectiva para que el beneficio fiscal se traduzca en crecimiento económico. Como ha señalado algún empresario, un tipo impositivo bajo aplicado a una actividad sin volumen de negocio es igual a cero. Por ello, es fundamental dinamizar el ecosistema y aprovechar al máximo este incentivo fiscal.
Desde la Zona Especial Canaria, hemos trabajado durante años en colaboración con otros organismos para atraer inversión, desarrollar talento e impulsar infraestructuras. Nuestro enfoque principal ha sido la formación de talento en los sectores estratégicos para la ZEC. A través de un programa piloto con centros de formación profesional, hemos conectado a las empresas con los futuros profesionales, fomentando la colaboración y mejorando la empleabilidad de los jóvenes. Al invitar a expertos de las empresas a impartir talleres, hemos incentivado el interés y la motivación de los estudiantes por estos sectores.
Además de fomentar la colaboración entre empresas y centros de formación profesional a través de talleres, hemos promovido que las empresas incorporen estudiantes en programas de formación dual. De esta manera, las empresas aseguran invertir en futuros talentos y los estudiantes adquieren experiencia práctica. Asimismo, hemos trabajado para coordinar los planes de estudio de los centros educativos con las posibilidades de las empresas, adaptándolos a las necesidades del sector productivo. Este modelo ha demostrado su eficacia, como lo demuestra el reconocimiento obtenido por el Centro de Formación Profesional César Manrique. Actualmente, estamos extendiendo esta iniciativa a otros centros de formación profesional y universidades, con el objetivo de fortalecer el vínculo entre lo académico y la empresa y garantizar la disponibilidad de talento local para las empresas que se instalan en Canarias.
Mencionaba usted el potencial aún no explotado del incentivo fiscal en Canarias. ¿Podría profundizar un poco más en este tema y explicarnos cómo se puede desarrollar al máximo este incentivo?
Los incentivos fiscales son herramientas muy versátiles que pueden aplicarse de diversas ma- neras. En el caso de la Zona Especial Canaria, la reducción del tipo impositivo del 25% al 4% ofrece numerosas posibilidades. Si bien algunas empresas pueden optar por aumentar sus beneficios para los accionistas, otras pueden destinar estos ahorros a la atracción y retención de talento, un desafío común en sectores como el marketing digital. Este último enfoque demuestra cómo los incentivos fiscales pueden ser utilizados de manera estratégica para fortalecer la competitividad de las empresas y el desarrollo económico del archipiélago.
Muchas empresas planifican sus objetivos financieros considerando el tipo impositivo general del 25%. Sin embargo, al final del ejercicio, pueden aprovechar la diferencia entre este tipo y el del 4% de la Zona Especial Canaria para implementar políticas de incentivos. Por ejemplo, pueden destinar este excedente a pagar bonos de productividad o retención a sus empleados. De esta manera, las empresas pueden mantener un nivel de rentabilidad similar al que obtendrían fuera de la ZEC, pero a la vez garantizan una mayor estabilidad en su equipo humano. Esta es solo una de las múltiples formas en que las empresas pueden aprovechar los beneficios fiscales de la Zona Especial Canaria.
Otro uso común del incentivo fiscal es la captación de capital. La exención de impuestos sobre las ganancias de capital en la Zona Especial Canaria hace que las inversiones sean más atractivas para los fondos de capital riesgo. Además, la Reserva para Inversiones en Canarias, tradicionalmente utilizada para adquirir activos o negocios relacionados, ha evolucionado hacia los fondos RIC, que permiten financiar proyectos de mayor envergadura. Gracias a esta herramienta, se han impulsado iniciativas como la renovación de hoteles o la construcción de parques eólicos, entre otras.
También la deducción por I+D+i, implementada desde hace décadas, ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Actualmente, Canarias se posiciona entre las primeras comunidades autónomas en el uso de esta deducción, gracias al refuerzo del Régimen Económico Fiscal (REF). Esto demuestra que el REF se adapta a las estrategias empresariales y ofrece una gran flexibilidad. Sin embargo, es necesario reconocer que el potencial del REF aún no se ha explotado al máximo. Por ello, es fundamental innovar en el propio uso del REF tal y como existe, y realizar ajustes y actualizaciones periódicas para optimizar su funcionamiento y maximizar su impacto en la economía canaria.
Ante esta oportunidad de progreso que hay en Canarias, ¿cuáles son los sectores o áreas de desarrollo económico que representan un mayor potencial de crecimiento e innovación en el archipiélago?
Desde hace varios años, hemos trabajado en el desarrollo de estrategias que permitan crear nuevos ecosistemas a partir de las capacidades existentes. En lugar de partir de cero, optamos por un enfoque de ‘spin-off’, generando nuevas actividades a partir de sectores ya establecidos. Un ejemplo claro es el sector audiovisual, que en Canarias surgió como un complemento del turismo. Inicialmente, se ofrecían servicios básicos como alojamiento y alquiler de equipos. Con el tiempo, se han desarrollado nuevas capacidades como producción, efectos especiales y animación. Este enfoque gradual nos permite construir sobre una base sólida y reducir los riesgos. También estamos poniendo el foco en sectores como el aeroespacial, donde contamos con una base científica sólida gracias a la presencia de destacados astrofísicos. Canarias cuenta con una serie de ventajas competitivas que nos permiten desarrollar sectores estratégicos de alto valor añadido. Nuestra ubicación geográfica privilegiada, con un centro de control satelital de primer nivel, junto con la excelencia académica en áreas como la física y la aeroespacial, nos posiciona como un hub ideal para la industria espacial. Adicionalmente, nuestra sólida experiencia en el sector marítimo, con una destacada posición en reparación naval, suministro de combustible y logística, nos permite explorar nuevas oportunidades en áreas como los puertos inteligentes y sostenibles.
En el ámbito de las biotecnologías, contamos con un gran potencial gracias a nuestra biodiversidad y a la investigación de vanguardia que se desarrolla en nuestras universidades. Sin embargo, es necesario fortalecer los vínculos entre el mundo académico y el empresarial para acelerar la transferencia tecnológica y la creación de nuevas empresas.
Asimismo, el sector turístico, uno de nuestros pilares económicos, ofrece numerosas oportunidades para el desarrollo de soluciones tecnológicas innovadoras. La presencia de grandes empresas tecnológicas en las islas y la proliferación de startups están impulsando la transformación digital del sector. Otro ámbito con gran potencial es la industria, donde podemos destacar por nuestra capacidad para desarrollar procesos productivos eficientes a pequeña escala. Esto, combinado con nuestra posición geográfica estratégica, nos permite explorar oportunidades en sectores como el agua y la energía.
En definitiva, nuestra estrategia se centra en identificar y potenciar aquellos sectores en los que ya contamos con una base sólida y un alto potencial de crecimiento. Al aprovechar nuestras ventajas competitivas y fomentar la colaboración entre el sector público, privado y académico, podemos convertir a Canarias en un referente internacional en innovación y desarrollo económico.
En ese sentido, teniendo en cuenta todo lo lo comentado y un poco para para concluir, ¿cuáles son las las perspectivas?
Las perspectivas a largo plazo para la Zona Especial Canaria son muy prometedoras. Hemos logrado aumentar nuestra competitividad en los últimos años, gracias en parte a la creciente demanda de modelos de trabajo flexibles.
La tendencia hacia las empresas multisede, con centros en diferentes ubicaciones, favorece a Canarias, ya que ofrecemos una excelente calidad de vida y un entorno propicio para el desarrollo de negocios. Además, nuestra capacidad para ofrecer un trato humano cercano y personalizado nos diferencia en un mundo cada vez más digitalizado.
Es fundamental que sigamos potenciando nuestras fortalezas, como la inteligencia artificial y la innovación tecnológica, pero sin olvidar la importancia del factor humano y de la sostenibilidad. Debemos aprovechar nuestra diversidad cultural y natural para atraer talento y desarrollar nuevos ecosistemas de innovación.
Si bien hemos avanzado mucho, aún queda camino por recorrer. Es necesario seguir trabajando en la mejora normativa, en la formación de talento y en la creación de redes de colaboración entre empresas, universidades y administraciones públicas.
En resumen, las perspectivas son muy positivas. Canarias tiene el potencial de convertirse en un referente internacional en innovación, sostenibilidad y calidad de vida, siempre y cuando sigamos apostando por el desarrollo de nuestros activos y talentos.