¿Podrías contarnos la historia y el origen del Canal de Araya? ¿Cuál fue el propósito inicial de su construcción y cómo ha evolucionado su uso a lo largo del tiempo?
El Canal de Araya, una obra centenaria que ha marcado la historia de Tenerife, vio la luz el 11 de febrero de 1928. Con una longitud de 39,5 kilómetros, este canal se extiende desde el Barranco de Badajoz en Güimar hasta La Cuesta.
Su nacimiento se remonta a Arafo, donde se concibió como un acueducto o canal de riego que aprovecharía las aguas de la comunidad de agua de Los Huecos. En sus inicios, el canal tenía como objetivo principal trasladar el agua hacia Igueste de Candelaria. Posteriormente, se amplió un tramo hacia atrás, hasta lo que hoy en día es la cabecera del canal en Güímar. Finalmente, continuó su recorrido desde Araya hasta La Cuesta, con la función primordial de recoger las aguas sobrantes de riego de la época.
A lo largo de sus 96 años de existencia, el Canal de Araya ha jugado un papel fundamental en el desarrollo agrícola y social de la región.
¿Cuáles son las características del recorrido del Canal de Araya desde Güímar hasta La Cuesta? ¿Qué tipo de terreno atraviesa y cuáles son los puntos de interés o particularidades a lo largo de su trayecto?
El Canal de Araya es una obra maestra de la ingeniería hidráulica, con una sección rectangular construida en hormigón en masa. Su capacidad de transporte de agua es de 400 litros por segundo, lo que equivale a aproximadamente 3.000 pipas por hora.
El canal se inicia en la cabecera, ubicada en el camino de Anocheza, a una imponente altitud de 1.075 metros sobre el nivel del mar. Su recorrido de 39,5 kilómetros lo lleva a través de montes y barrancos, adaptándose al terreno de diversas maneras.
A lo largo de su recorrido, el Canal de Araya recoge las aguas subterráneas de 21 comunidades a través de pozos y galerías. Estas aguas son repartidas para su uso agrícola, ganadero y doméstico, convirtiéndose en un recurso vital para el desarrollo de la región.
¿Qué importancia tiene el Canal de Araya en el contexto de la emergencia hídrica actual en Tenerife, y cuál es su potencial para contribuir a la sostenibilidad y la seguridad hídrica de la región?
El Canal de Araya, más allá de ser una red básica de transporte de agua para Santa Cruz, se posiciona como un pilar fundamental para lasostenibilidad hídrica de la región. Su gestión eficiente del transporte de agua no solo optimiza el suministro, sino que también reduce las pérdidas y aprovecha al máximo el agua proveniente de fuentes subterráneas.
El sector privado, responsable de la gestión de estas aguas, demanda un mayor respaldo por parte de las instituciones públicas para impulsar proyectos hidráulicos. Las subvenciones recientes a 39 comunidades, aunque representan un paso positivo, son insuficientes debido a su periodicidad y a las limitaciones económicas de algunas comunidades, obligándolas a renunciar a estas ayudas.
Agilizar los trámites administrativos también es un aspecto crucial para el avance de estos proyectos. En definitiva, el Canal de Araya, en conjunto con el apoyo al sector privado, garantiza un suministro de agua confiable, eficiente y sostenible para Santa Cruz, convirtiéndose en un elemento vital para el futuro hídrico de la región.
¿Existen proyectos o iniciativas en marcha para modernizar o mejorar la infraestructura del Canal de Araya con el objetivo de optimizar su capacidad de distribución de agua y adaptarlo a las necesidades actuales de la región?
El Canal de Araya cuenta con dos proyectos en curso: sifón de la Fajana, que comenzará próximamente y busca mejorar la eficiencia hidráulica, salubridad, reducir pérdidas y garantizar el suministro; y el proyecto de reparación y mejora, con seis actuaciones para estabilizar el canal.
Las comunidades de agua también trabajan en proyectos para limpiar y reparar sus galerías, au- mentando el caudal disponible. La ejecución se ha retrasado por el incendio de agosto de 2023, pero las reparaciones, de vital importancia, tienen prioridad y se espera que los proyectos se completen pronto, mejorando significativamente el suministro de agua.
¿Qué papel juega la colaboración entre entidades públicas y privadas en la gestión y conservación del Canal de Araya en el contexto de la emergencia hídrica? ¿Se están explorando alianzas estratégicas para potenciar su uso y valor en la comunidad tinerfeña?
Ante la realidad del descenso de las precipitaciones, el aumento de la temperatura y el consecuente incremento del consumo de agua, es evidente que el acuífero no tiene capacidad de recarga suficiente debido al cambio climático.
En este contexto, resulta imprescindible que las instituciones prevean y planifiquen la búsqueda de nuevos recursos hídricos de forma sostenible, coexistiendo con las aguas privadas.
El sector privado, que se ha ocupado y se ocupa tanto de las aguas subterráneas como de las canalizaciones y conducciones, debe ser apoyado de manera más contundente a través de ayudas. La colaboración entre entidades públicas y privadas es, bajo mi punto de vista, absolutamente necesaria.
Un ejemplo de esta colaboración es el Canal de Araya, que ha trabajado en numerosas ocasiones con las instituciones públicas y las empresas privadas de abastecimiento de los distintos municipios para garantizar el suministro de agua. Siempre que ha habido problemas de roturas o derrumbes en el Canal del Norte, el Canal de Araya ha estado ahí, apoyando y colaborando para buscar la mejor solución y abastecer a los municipios.
En definitiva, la gestión sostenible del agua en un contexto de cambio climático requiere la colaboración entre todos los actores: administraciones públicas, sector privado y ciudadanía.
