La Cooperativa Frontera apuesta por un modelo de producción controlada y sostenible. ¿Cuáles son los principales beneficios que han observado al implementar este modelo?
Para el consumidor final, nuestro objetivo es que los productos se mantengan lo más saludables posible y, en todo caso, libres de contaminantes químicos.
¿Cuál es el principal objetivo de la cooperativa?
Nuestro principal objetivo es apoyar al agricultor, ayudándole a comercializar sus productos y a obtener los mejores precios posibles. Cabe a destacar, que en la isla de El Hierro no ha habido mucha evolución de maquinaria en el campo, nuestros agricultores siguen trabajando como se hacía antiguamente, por lo que esto lleva un gran esfuerzo diario por sus partes.
Por ello, como cooperativa valoramos a nuestros agricultores e intentamos ayudarlos de la mejor manera. El agricultor trabaja sus cultivos, nos los proporciona, nosotros nos encargamos de su venta y posteriormente le abonamos el pago correspondiente, siempre intentando que él se lleven el mayor beneficio.
Además del plátano y la piña tropical, ¿qué otros cultivos destacan actualmente dentro de la cooperativa?
Además de cultivos como el plátano y la piña tropical, nuestra cooperativa destaca actualmente por el cultivo de aguacate, papaya y, más recientemente, la pitaya. En algunas ocasiones también se producen manzanas y, de manera natural, se elabora vino.
¿Han notado que estos productos han tenido un crecimiento notable?
Desgraciadamente, no ha habido crecimiento en algunos cultivos. Por ejemplo, en el caso del vino, cada año se cosechan menos uvas, ya que cuando un agricultor se jubila muchas parcelas quedan abandonadas.
En cuanto a la piña tropical, la imposibilidad de emplear determinados productos químicos ha provocado un cierto retroceso, y aunque seguimos trabajando para mantener la producción, resulta complicado. Por su parte, el cultivo de plátano se ha logrado mantener relativamente estable, pero no ha habido un crecimiento. Esto se debe al cambio climático, a la falta de agua y porque la gente joven no sigue con el campo, hay un grave problema de relevo generacional.
En cuanto al vino Viña Frontera, con denominación de origen Vinos de El Hierro, ¿cómo se posiciona actualmente en el mercado y qué valor
aporta este producto al conjunto de la cooperativa?
A día de hoy, estamos muy bien posicionados en el mercado. Lo lamentable es que, cada año, la cantidad de vino que podemos ofrecer al consumidor disminuye, debido a la menor disponibilidad de uvas, una situación que nos tiene bastantes preocupados.
La cooperativa no solo produce y comercializa frutas, sino que también ofrece servicios como el almacén agrícola, el supermercado y el transporte interinsular. ¿Cómo se articulan todos estos servicios y qué importancia tienen dentro del modelo de negocio?
Yo diría que todos estos servicios son vitales para poder seguir subsistiendo. Recientemente, hemos incorporado una gasolinera, inaugurada en marzo de este año, que opera a través de una empresa propiedad de la cooperativa y está abierta al público, ofreciendo combustible a nuestros clientes y a la comunidad en general.
Se trata de una instalación pública que nos permite generar ingresos adicionales, junto con otras actividades como la empresa de transporte, el supermercado y el almacén agrícola, todos esenciales para la supervivencia de la cooperativa.
En la isla de El Hierro, todo lo que compramos incluye el coste de adquisición y de transporte, mientras que los precios de venta son inversos, lo que dificulta nuestra competitividad. Esto también encarece nuestra llegada a los mercados regionales.
¿Cuál ha sido el papel de COPLACA y del Grupo Eurobanan en la expansión y comercialización de sus productos fuera de Canarias, especialmente en la Península y en Europa?
El funcionamiento, en general, considero que es adecuado. No obstante, en ocasiones nos enfrentamos a dificultades con los precios, las grandes superficies, por ejemplo, pueden complicar nuestra labor al establecer tarifas desproporcionadas si se tiene en cuenta lo que se paga al agricultor.
“El campo
por sí solo no
se mantiene,
necesitamos
subvenciones”
Coplaca es una cooperativa mediante la cual comercializamos nuestros plátanos. Además, participamos en el grupo Eurobanan, en el que Coplaca posee aproximadamente el 50 %, y que se encarga de gestionar la venta de plátanos en la península.
¿Qué importancia tienen los premios obtenidos por la bodega y qué impacto han tenido en la promoción del vino fuera de El Hierro?
Efectivamente, casi todos los años algunos de nuestros vinos reciben premios en distintos concursos, lo que nos aporta un gran reconocimiento. Esto se debe, en gran medida, al trabajo de nuestros agricultores y, posteriormente, al esfuerzo y la profesionalidad de los técnicos de la bodega, que garantizan la calidad final del producto.
¿Qué estrategias tienen previstas para seguir creciendo y abriendo nuevos mercados en los próximos años?
Debemos aprovechar todas las ayudas disponibles que beneficien al sector agrícola, ya que el campo por sí solo no puede sostenerse. Existen numerosas subvenciones que resultan imprescindibles y necesarias, tanto para la producción como para la formación de nuestros agricultores, y es fundamental gestionarlas adecuadamente.
En cuanto a los retos de la cooperativa para los próximos meses, actualmente nos encontramos en nuestro almacén, donde se iniciarán próximamente las obras para sustituir el techo de uralita por placas solares. Se trata de un proyecto pendiente desde hace años que afrontaremos a corto plazo, con la previsión de comenzar las obras en octubre.