La Isleña ha sido testigo de la evolución de Canarias durante más de un siglo y medio. ¿Cómo ha logrado la empresa mantener su esencia y valores fundamentales a lo largo de tantas generaciones?
Desde nuestros orígenes en el año 1870, hemos mantenido invariable nuestra convicción de que la razón de ser de nuestra empresa se encuentra profundamente ligada a Canarias y a su gente . La preservación de nuestra esencia ha sido posible gracias a un firme compromiso con la calidad, el respeto a la tradición y la capacidad de adaptación a los cambios de cada época, sin menoscabar nuestra identidad.
Cada generación de la familia Megías y de los profesionales que han formado y forman parte de La Isleña han contribuido con su visión innovadora, manteniendo siempre vigentes nuestros valores fundamentales: cercanía, autenticidad y responsabilidad.
A lo largo de su historia, La Isleña ha experimentado diversas transformaciones, desde la fabricación de chocolate hasta la producción de pastas y el desarrollo de Islacao. ¿Cuáles han sido los hitos más significativos en esta evolución, y cómo han influido en la identidad y el éxito de la empresa?
Identificamos varios hitos y etapas clave que han marcado la trayectoria de La Isleña. Iniciamos, como bien se ha mencionado, con la producción de chocolate, lo que nos llevó a ser proveedores de la Casa Real. Posteriormente, en la década de 1930, ampliamos nuestra producción incorporando pastas. Sin embargo, un hito significativo de modernización se produjo en los años ochenta con la introducción de la línea de pasta larga, específicamente los spaghetti , una innovación en la producción de pasta. Asimismo, en ese período, se incorporó el Islacao, marcando un antes y un después en La Isleña, consolidándonos como una marca arraigada en los hogares canarios.
Si bien nuestra trayectoria es extensa, es cierto que, en los últimos años, a partir de la década de 1980, la evolución ha sido mucho más rápida, en consonancia con los cambios del mundo. Hemos incorporado productos, tecnología y sistemas para responder de manera óptima a las necesidades del consumidor y para promover la sostenibilidad. Tal como le corresponde a una marca líder en el mercado canario.
No obstante, si me permite destacar un hito clave más reciente, señalaría la pandemia. Ante la escasez de pasta importada, asumimos la responsabilidad de garantizar el suministro a la población canaria. Esto demostró claramente nuestro compromiso con la misión que tenemos como industria de las islas: asegurar el abastecimiento de nuestros productos en un territorio alejado del continente.
En efecto, ese momento demostró la importancia crucial de la industria alimentaria en las islas, y la necesidad de valorarla y resaltarla aún más, ¿verdad?
Efectivamente, fue un momento crucial. No solo reafirmamos nuestro compromiso con ofrecer productos de calidad, adaptados al gusto, idiosincrasia y cultura de nuestra tierra, sino que asumimos la responsabilidad de garantizar el suministro de alimentos a la población canaria. Esto fue especialmente relevante en un contexto donde las cadenas logísticas se vieron comprometidas, recordando épocas pasadas donde la logística era aún más desafiante.
De lo que no cabe duda es de que han construido una relación sólida con los consumidores canarios. ¿Cómo se mantiene esta conexión, y cómo se adapta la empresa a las nuevas preferencias y demandas de los consumidores?
Mantenemos una escucha activa de nuestros consumidores, lo cual consideramos el primer paso fundamental para preservar nuestra conexión. Nuestro objetivo es que, al pensar en pasta en Canarias, el consumidor piense en La Isleña. Para lograrlo, valoramos profundamente su lealtad y el compromiso de todos los trabajadores de la empresa. Nos esforzamos por ofrecer productos que se adapten a las necesidades de los consumidores, ya sean productos tradicionales, innovadores, saludables o sostenibles, siempre preservando el sabor y la textura característicos de La Isleña.
En este sentido, apostamos por una comunicación cercana y honesta, fortaleciendo nuestros canales digitales y nuestras campañas de comunicación para estar presentes en el día a día de quienes confían en nosotros.
«La preservación de nuestra esencia ha sido posible gracias a un firme compromiso con la calidad, el respeto a la tradición y la capacidad de adaptación»
Dada la globalización y la creciente competencia de las grandes cadenas de distribución, ¿es tarea fácil consolidar la industria alimentaria local? ¿Se está poniendo cada vez más en valor lo producido aquí, o aún queda mucho camino por recorrer en este sentido?
No es una tarea sencilla, ciertamente. Sin embargo, creemos firmemente que es posible y necesario poner en valor el producto local. Competimos con grandes marcas globales, y aunque somos una empresa más pequeña, ofrecemos un valor único: el arraigo local, el conocimiento de nuestra cultura y una cadena de valor que beneficia directamente a la economía de nuestro archipiélago.
Afortunadamente, percibimos que los consumidores valoran cada vez más los productos locales, cercanos y auténticos. Consideramos que La Isleña tiene mucho que aportar en este sentido, al igual que otros productos elaborados en Canarias. Es crucial que las empresas locales nos apoyemos mutuamente.
Sin duda alguna, si algo ha destacado a lo largo de esta entrevista ha sido el énfasis en la calidad. Ustedes producen y comercializan productos de alta calidad, como lo demuestran certificaciones como IFS Food e ISO 9001. En un mercado cada vez más exigente, ¿cómo se asegura la empresa de mantener estos estándares y de innovar en sus procesos de producción, lo cual imagino es fundamental?
Más que fundamental, la calidad es para nosotros un principio innegociable, arraigado en nuestro ADN. Las certificaciones que mencionas no son meros requisitos, sino una declaración de principios, un compromiso de todos los que formamos parte de La Isleña con quienes consumen nuestros productos.
Contamos con un equipo dedicado a la mejora continua, realizamos auditorías internas continuamente y nos mantenemos atentos a las innovaciones tecnológicas, las tendencias internacionales y el conocimiento de expertos, todo ello con el objetivo de optimizar nuestra eficiencia, sostenibilidad y seguridad en nuestros productos y procesos.
Llegando ya al final de la entrevista, me gustaría conocer sus objetivos más ambiciosos para el futuro de La Isleña. ¿Cuáles son esos objetivos?
Nuestro mayor orgullo es, sin duda, haber formado y formar parte de la vida de tantas generaciones de canarios a lo largo de estos 155 años. Nuestro objetivo principal es mantener el orgullo que hemos logrado como marca La Isleña y de nuestros productos, que están presentes tanto en las memorias como en las mesas de miles de familias canarias.
De cara al futuro, aspiramos a seguir creciendo sin perder nuestras raíces, ampliando nuestra presencia en otros mercados y avanzando en sostenibilidad. Esto implica un compromiso integral en nuestros productos, envases, procesos y en nuestro quehacer diario.
Me habla de expansión y crecimiento hacia otros mercados, ¿qué mercados se perfilan como potenciales para La Isleña?
En efecto, nuestro interés se centra en el mercado africano cercano. Hemos dedicado años a este objetivo, logrando progresivamente acuerdos comerciales. Sin embargo, reconocemos la complejidad de este proceso, caracterizado por una agresiva competencia
No obstante, este desafío no disminuye nuestro compromiso. Como empresa, aspiramos a consolidar nuestra presencia en la zona de influencia de Canarias, convirtiéndonos en un proveedor esencial para los consumidores.
A modo de conclusión, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a los consumidores canarios sobre el compromiso de La Isleña con la calidad, la tradición y la sostenibilidad?
Con profunda humildad, deseamos expresar nuestra más sincera gratitud. Damos las gracias a nuestros clientes por acompañarnos a lo largo de este extenso recorrido y por depositar su confianza en nosotros. En La Isleña, mantenemos y mantendremos el compromiso de trabajar con la misma pasión que nos impulsó desde el inicio, priorizando la calidad, honrando nuestras tradiciones y dedicándonos a construir un futuro más sostenible para todos.
Nuestro compromiso primordial es con Canarias y con cada persona que elige nuestros productos, para que continúen sintiendo a La Isleña como lo que es: LA PASTA NUESTRA.
