Me gustaría comenzar la entrevista partiendo de un punto de vista evolutivo. ¿En qué medida ha cambiado el turismo en la Isla de La Palma tras la erupción del volcán? ¿Han podido aprovechar esta tragedia para alzarse como un destino turístico diferenciado?
Se está intentando aprovechar. Como bien es conocido, se trata de un espacio natural protegido que conlleva una legislación específica y su normativa medioambiental es ardua.
En este sentido, hemos trabajado intensamente tanto desde el área de medio ambiente como de turismo; sobre todo desde medio ambiente, pues son ellos quienes tienen las competencias pertinentes para proteger el espacio a la par que tienen en cuenta la seguridad del turista que visita el lugar. En esta línea, se han llevado trabajos que inciden en rutas específicas para hacer un aprovechamiento mayor de la zona próxima al volcán.
Es importante tener esto en cuenta, pues todo ello deriva en unos trámites administrativos muy complicados.
En cuanto a la proyección del volcán como atractivo turístico, ha sido un reclamo para el mercado nacional, así lo demuestran las cifras de la llegada de turistas nacionales y regionales. No obstante, hay que hacer muchas labores de promoción en todos los mercados, porque aunque para nosotros este hecho haya sido un acontecimiento difícil, a la par que un hecho trascendental, a nivel internacional ya ha dejado de ser novedad, pues la noticia y el día a día va solapando los acontecimientos pasados. Es tal el nivel de información que se distribuye a diario que muchos destinos ya no se acuerdan del volcán Tajogaite.
Al margen de lo comentado, no cabe duda de que es un reclamo más de la Isla, del cual se puede promover un uso turístico potente, no solo en lo que a la superficie terrestre se refiere, sino también a la parte marina, pues se ha consolidado una formación importante bajo el agua.
Hasta la actualidad no ha existido un control del aprovechamiento de este recurso, pero actualmente estamos trabajando para que esté todo controlado a nivel legal para el correcto y potencial aprovechamiento del mismo. El reclamo es un hecho y es constante.
Se acerca FITUR, ¿cómo se posicionará la Isla de La Palma en el principal escaparate turístico a nivel nacional?
En FITUR vamos a presentar un proyecto virtual relacionado con el volcán. Nos posicionaremos como un destino de origen volcánico. Aprovecharemos el espacio de FITUR para recordar nuestro origen, el volcán y el resto de líneas turísticas con las que cuenta la Isla: turismo astronómico, gastronómico, natural…
¿Cuáles están siendo los principales mercados emisores para La Palma?
Nuestros principales mercados están siendo el alemán y el español. Tenemos muchísima mejor conectividad en la temporada de invierno con respecto a la de verano. Y si incidimos en la pasada temporada de verano, fue la peor temporada en lo que a conectividad se refiere.
Consecuentemente, en lo que más me he centrado ha sido en mejorar la conectividad para el verano 2024. Ya contamos con nuevas rutas, entre ellas se encuentra una conexión directa con Valencia, destino que nunca había trabajado con La Palma, y Varsovia.
En esta línea, nos preparamos para mantener reuniones importantes en FITUR.
La conectividad siempre ha sido uno de los retos a los que se ha enfrentado la Isla…
Sí, sobre todo en verano. Somos un destino muy atractivo en invierno y en verano siempre hemos tenido una menor capacidad aérea. Estamos trabajando para revertir esta situación, queremos tener una continuidad en conectividad tanto en invierno como en verano y desde la nueva corporación estamos luchando para poder recuperar los vuelos que teníamos en 2019 con Alemania.
“En lo que más me he centrado ha sido en mejorar la conectividad para el verano 2024”
No obstante, bien es cierto que la Isla aún no cuenta con todas sus plazas alojativas operativas. En la zona de Puerto Naos hay alrededor de 5.000 camas que aún no pueden ser aprovechadas por el turismo, tenemos una reducción importante en oferta alojativa que se traduce en no poder aumentar a gran escala la conectividad.
Nuestro propósito es tener, tanto en invierno como en verano, la conectividad suficiente para que todas las camas alojativas con las que cuenta la Isla queden cubiertas. No podemos perder el potencial de nuestro sector turístico; para la Isla es crucial, pues es una fuente de riqueza que se nutre del resto de subsectores (agricultura, ganadería, restauración, transportes…).
A largo plazo, ¿cómo le gustaría posicionar a la Isla de La Palma?
La Palma tiene mucho que ofrecer y a mí, personalmente, me gustaría incidir en dos subsectores. Consideramos que tener el Balneario de la Fuente Santa es crucial como destino, supondría diferenciarnos notoriamente respecto al resto de Islas Canarias. Nos podríamos posicionar como un destino de Salud y Bienestar.
Por otro lado, queremos potenciar el turismo de sol y playa, dotando al turista de mejores infraestructuras y abriendo el litoral de la Isla al mar, aportando mayor accesibilidad.