Escuchamos estas tres variables por todas partes cuando se trata de empresa y economía, pensando a menudo que son casi lo mismo, cuando en realidad son cosas bien distintas aunque estén relacionadas entre sí y que juntas formarían la triada a la que toda empresa eficaz debería aspirar, para intentar garantizar al máximo su crecimiento y supervivencia.
Y por simplificar, la rentabilidad es lo que ganamos por cada unidad monetaria invertida, en nuestro caso cuanto ganamos por cada euro que hemos dedicado a la inversión que estemos analizando en ese momento, dependiendo por ello de los ingresos y los gastos, es decir, del beneficio final, por lo que sí algo no fuera rentable ya podemos imaginarnos que la inversión desaparecerá más pronto que tarde, así que primer requisito de la empresa viable salvo que te financies con recursos propios al 100%: ten un buen incentivo a la atracción de capital a través de una buena rentabilidad de tu empresa.
Por otro lado, la competitividad tiene que ver con la posibilidad de colocar en el mercado tu producto o servicio a un precio inferior que el de tu competencia, es decir, esta variable tiene que ver con los precios y no sólo del precio de venta final en el mercado, si no de los factores de producción que adquiere tu empresa para generar tus productos.
Y finalmente la productividad, que tiene que ver con la cantidad de lo que produces y cuanto de factores de producción utilizas para producirlo, por lo que este indicador tiene que ver directamente con las cantidades y cuanto del factor trabajo, tecnológico o de materias primas necesita tu compañía para generar ese bien o servicio y cuanto menos factor productivo sea necesario para obtener el producto, más productivo serás.
Pues aunque sorprenda, hay empresas que son competitivas y rentables pero que no son productivas, y otras muy productivas y en la que su competitividad es escasa y no ganan de dinero siendo por ello empresas poco o nada rentables por mucho que pretendan serlo. Eso sí, si consigues ser a la vez productivo, competitivo y rentable habrás conseguido casi seguro ser eficaz en tu propósito empresarial y con ello tu probabilidad de sobrevivir en el mercado habrá aumentado de la misma manera.
Porque imagina una empresa con una buena implementación tecnológica, un capital humano bien formado para la posición que ocupe cada uno en la compañía sumado a una alta motivación orientada a la gestión del desempeño, y con el añadido de buenos contratos con tus proveedores de materia prima, consiguiendo con este mix producir un buen producto que al ser el resultado de una elevada productividad te permitiera posicionarlo en el mercado a un precio muy competitivo que aportase un elevado margen de beneficio, asegurándose así tu rentabilidad…pues imagino que el sueño de cualquier inversor o empresario que se precie.
Pues si muchas empresas de estas características son las que en medio de un entorno fiable y estable generan un buen sistema socio-económico y bienestar en general, debemos luchar y apostar porque las compañías de nuestra tierra sean ejemplo de esta magnífica triada de la rentabilidad, competitividad y productividad.