Aquare ha estado operando desde 2004. ¿Cuáles considera que han sido los logros más significativos de la empresa en este tiempo en relación con la gestión del ciclo integral del agua en Los Realejos?
En Los Realejos, la gestión del servicio de aguas se viene realizando de forma directa por esta empresa municipal desde su constitución en el año 2004. En este sentido, se trata de una empresa pública dependiente íntegramente del Ayuntamiento, que ejerce su gestión a través de este medio propio.
El principal logro alcanzado durante estos años, y de especial relevancia, radica en el control de los rendimientos hidráulicos. Esto implica la optimización y la identificación de las pérdidas de agua que históricamente afectaban al suministro, implementando un control y una gestión eficientes del recurso, especialmente significativo dada la grave problemática insular de emergencia hídrica que afecta a la isla de Tenerife.
En relación con las particularidades del servicio en el municipio de Los Realejos, cabe destacar la complejidad inherente no solo a la propia demarcación, sino también a la insularidad, la orografía del terreno y la considerable extensión del municipio, que supera los 57 kilómetros cuadrados.
Actualmente, se suministra a más de 18.000, aproximadamente 19.000, contadores, lo que implica el mantenimiento y control de una extensa red de distribución de alrededor de 275 kilómetros de canalizaciones. Por consiguiente, la obtención y gestión del agua no constituye una tarea sencilla, sino un proceso complejo y de carácter continuo.
La detección y la reparación de fugas de agua es una de vuestras acciones estrella. ¿Qué tipo de tecnología utilizan para ello?
Efectivamente, nuestra labor diaria se centra principalmente en la detección de fugas, lo que implica un conjunto de acciones coordinadas.
Por un lado, se realiza una búsqueda continua de fugas, labor que desempeña principalmente un equipo nocturno. Este equipo utiliza geófonos electrónicos para detectar el flujo y el ruido de la circulación del agua en el subsuelo, lo que permite identificar posibles puntos de pérdida. Esta tarea se lleva a cabo mayoritariamente en horario nocturno, aunque no exclusivamente, debido a que cualquier ruido o interferencia sonora podría generar distorsiones y complicaciones en la detección.
Esto se complementa con un trabajo que se viene desarrollando desde el inicio de la gestión y que se ha intensificado recientemente: la sectorización. Mediante esta estrategia, controlamos diariamente las entradas y salidas de agua en la red, lo que nos permite identificar posibles áreas problemáticas.
De este modo, el análisis diario de datos, junto con la búsqueda de fugas mediante geófonos, nos permite focalizar la actuación en las zonas con mayor probabilidad de presentar pérdidas.
En la misma línea, ¿cuáles han sido los resultados concretos obtenidos en términos de reducción de pérdidas de agua?
Es motivo de orgullo, aunque no de satisfacción plena dado el margen de mejora continua, los resultados obtenidos. Para ilustrar la magnitud del avance, al constituirse la empresa en 2004, la facturación anual de agua reflejaba un consumo municipal superior a los 5 millones de metros cúbicos. En contraste, al cierre del ejercicio 2024, esta cifra se situó en 3.065.000 metros cúbicos, lo que evidencia una reducción considerable en la compra de agua.
Este descenso significativo pone de manifiesto la magnitud de las fugas existentes en el pasado, donde se adquiría más del doble del agua que finalmente era facturada a los consumidores.
Imagino que otro de vuestros objetivos garantizar la calidad del agua suministrada a los ciudadanos de Los Realejos. ¿Qué controles y análisis se realizan de forma regular para este fin?
Es preciso señalar que estas actuaciones no responden a una mera elección, sino a una obliga- ción legal de estricto cumplimiento. Nuestra gestión se fundamenta en el Real Decreto 3/2023 vigente, el cual detalla exhaustivamente los controles analíticos que debemos realizar a lo largo del año en diversas zonas, sectores, depósitos y redes.
Esto implica un control diario y permanente por parte de nuestro personal, que supervisa parámetros como la turbidez y el olor. Adicionalmente, llevamos a cabo un control analítico mediante la contratación externa de laboratorios acreditados por el Gobierno de Canarias. Estos laboratorios ejecutan los análisis especificados en el Real Decreto mencionado.
La totalidad de estos datos constata que el agua que suministramos a la población es apta para el consumo. Históricamente, ha mantenido una calidad muy buena y, en la actualidad, no se registra ningún incumplimiento ni limitación de suministro para grupos de edad específicos, situación que lamentablemente se da en otras áreas o sistemas de abastecimiento. Es importante destacar que estos datos son públicos y accesibles a través del Sistema de Información Nacio- nal de Agua de Consumo (SINAC).
Más allá de la detección de fugas de las que hemos hablado, ¿qué otros aspectos considera Aquare prioritarios en el mantenimiento y la mejora de la red de abastecimiento y alcantarillado?
Esta es una labor continua e incesante que requiere una planificación estratégica. Nuestra gestión se fundamenta en una planificación plurianual que prioriza la renovación constante de las redes, tarea fundamental para la detección de fugas y la mejora del rendimiento hidráulico. Asimismo, el control de las presiones resulta crucial para garantizar la durabilidad y la calidad de las redes, asegurando un suministro óptimo para todos los vecinos.
No obstante, es imprescindible seguir avanzando tecnológicamente, lo que implica continuar con la sectorización de la red para maximizar la eficiencia del servicio, minimizar las incidencias y reducir las molestias a los ciudadanos. En la actualidad, una prioridad fundamental a nivel insular y regional es el desarrollo del saneamiento. Debemos progresar en la puesta en marcha de las redes correspondientes.
Existen normativas y directrices europeas que aún no se cumplen plenamente en Canarias y en España, por lo que es necesario abordar esta cuestión con determinación. Esto implica continuar con la instalación de redes de saneamiento, como se está haciendo actualmente, e instar a los ciudadanos a que realicen las conexiones pertinentes. A pesar de la existencia de redes instaladas en numerosas vías municipales, aún no se efectúan las conexiones particulares, responsabilidad de los vecinos, quienes deben conectarse a dichas redes para evitar el vertido de aguas al subsuelo, práctica que resulta perjudicial para el medio ambiente.
Si tuviera que destacar una visión de futuro para Aquare en los próximos 5-10 años, ¿cuál sería su principal objetivo o aspiración en relación con los servicios que prestan al municipio de Los Realejos?
Tal como mencioné anteriormente, nuestros objetivos prioritarios son la mejora continua de los rendimientos hidráulicos y el desarrollo del saneamiento.
En un horizonte de cinco años, debemos lograr un incremento significativo en el número de acometidas a la red de saneamiento y, fundamentalmente, la modernización integral del sistema mediante la implementación de la telegestión. Aspiramos a conseguir una telegestión completa del ciclo integral del agua, lo cual nos permitiría actuar con mayor eficacia, diligencia y rapidez ante cualquier incidencia detectada, optimizando así el rendimiento general del servicio.