. Preply, plataforma online de aprendizaje de idiomas, ha elaborado un estudio para averiguar si los españoles son o no muy habladores y en qué zonas te asegurarás “darle al pico”. Para elaborar el análisis, la compañía ha entrevistado a 2.035 residentes de las 20 ciudades más pobladas de toda España y ha extraído interesantes resultados sobre diferencias regionales, de edad y momentos favoritos para expresarnos.
Como dato inicial; más de la mitad de la población española se considera habladora (55 %), y las mujeres (57 %), se perciben ligeramente más habladoras que los hombres (52 %).
Las ciudades más habladoras, y las que prefieren escuchar
La climatología, el estilo de vida o el concepto de amistad son variables que pueden influir en el grado de conversación habitual de los habitantes de una determinada región. Las diferencias entre el norte y sur, el modo de ser de los habitantes de algunas Comunidades Autónomas o la diferencia entre el sentido de comunidad de pueblos y ciudades son causas esgrimidas para señalar a “los más habladores de España”.
España es un país referente por su turismo, gastronomía y cercanía de sus ciudadanos. Sin embargo, si lo que quieres practicar es el castellano, estas ciudades son las que te interesan: Córdoba, Granada y Palma de Mallorca son las tres ciudades más habladoras del país, con una puntuación media en el ránking de Preply de 6.80, 6.70 y 6.60 obtenida respectivamente.
Parece que el sur de España se impone como región “charlatana”, con tres ciudades en los cuatro primeros puestos (Córdoba, Granada y Sevilla). Si por el contrario quieres visitar ciudades en las que estar a tu aire sin que nadie te interrumpa, debes saber que San Sebastián, Santa Cruz de Tenerife y Barcelona son las ciudades menos habladoras según los datos. En total, estas ciudades han tenido una puntuación media de 6.26, 6.22 y 6.17 respectivamente.
Diferencias sociodemográficas
A nivel general, los españoles hablan con una media de 6 personas al día por ocio o gusto (exceptuando el trabajo y otras gestiones). La diferencia por género es mínima a la hora del gusto por charlar; las mujeres obtienen una puntuación de 6,49 mujeres en el ranking final Preply, frente a 6,48 de los hombres.
El estudio su muestra mayor variedad por tramos de edad; las cifras demuestran que son los ciudadanos de la Generación X (45-54 años y los de 35 y 44 años) los que más dan ‘al palique’, mientras que la Gen Z es más retraída a hablar en público (6,35). “La Gen Z está más acostumbrada a las formas digitales de comunicación, que suelen ser breves y directas. Para la generación Boomer, pasar el tiempo con un desconocido mientras se espera en una cola hace que la espera sea menos tediosa, mientras que la generación Z lo ve como una oportunidad para pasar el tiempo frente a la pantalla” señala Sylvia Johnson, directora de Metodología de Preply.
El estudio revela cambios generacionales en función de la situación y personas a las que nos dirigimos. Tal y como muestra el siguiente gráfico, para situaciones como comentar las series de moda, charlar con el vecino o hablar con los camareros, existen grandes diferencias en la puntuación obtenida por los miembros de la Generación Z y los Boomers.
Momentos favoritos para entablar conversación
Los momentos ganadores de concentración de la conversación según el ranking combinan convenciones sociales con los gustos personales. Hablar con amigos/familia para comentar las noticias o series de moda lidera la clasificación, por encima de «Dar todo tipo de información detallada si alguien me pregunta en la calle». En tercer lugar se encuentra «Hablar con los camareros de los bares que frecuento», superando a la tradicional conversación «de ascensor» con los vecinos.
Charlar con repartidores y dependientes de tiendas cierra el top 5, mientras que el mundo canino irrumpe con fuerza justo después, ya que hablar con otros dueños de perros en los paseos es una interacción bastante habitual.
En definitiva, el estudio de Preply muestra el “potencial de palabra” de las ciudades del sur, mientras desmonta el mito de que las mujeres sean más habladoras (aunque sí se perciben como tal). Por último, las nuevas generaciones son de palabras justas, mientras la Generación X no tiene problema en explayarse.