El Ayuntamiento de Santa Cruz firmó su adhesión a la Red Española de Ciudades Saludables, un acuerdo que surge tras la aprobación, el pasado Pleno del mes de septiembre, de una moción institucional en la que también se añade la inclusión del municipio en la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el Sistema Nacional de Salud (SNS), “con la finalidad de facilitar información de los recursos comunitarios disponibles para mejorar la salud y la calidad de vida de las personas que forman parte de la comunidad”, sostiene el alcalde, José Manuel Bermúdez.
El regidor capitalino destacó que “aunque los municipios no tengamos competencias en materia de atención sanitaria, sí que debemos implicarnos en la salud de la ciudadanía y Santa Cruz, por ejemplo, lo hace a través de programas como Santa Cruz Vital, que persigue un envejecimiento activo; o a través de la potenciación del deporte es espacios abiertos, lo que sin duda potencia hábitos de vida saludable, etcétera” y recalcó que “en definitiva, potenciar todos aquellos estilos de protección de la salud y el aumento de la calidad de vida de la ciudadanía”.
Por su parte, Charín González, concejala de Acción Social, Educación y Juventud, pone el acento en que “se trata de facilitar información de calidad para que todas las personas puedan desarrollar estilos de vida saludables” y agrega que “se trata de recomendaciones y apoyo a la ciudadanía sobre cómo hacer que aumente su calidad de vida, por lo que se le ofrecen consejos integrales, vinculando los recursos disponibles en la zona para promover estos estilos de vida saludables, coordinando los que se ofrecen en el ámbito sanitario con los de tipo comunitario y el entorno educativo”.
Por su parte, el gerente de Atención Primaria del Área de Salud de Tenerife, Jesús Delgado, que llegó acompañado por la directora médica de este área, Mónica Delgado, y los directores médicos de las diferentes zonas de Tenerife, entiende que “se focalizarán estas acciones en la población infantil, durante el embarazo y la lactancia y en la población adulta” y enfatiza que “para la población mayor de 70 años se desarrollarán planes de seguimiento individualizado para la mejora de la salud y de prevención de la fragilidad, entendida como una situación de mayor vulnerabilidad y de riesgo para la discapacidad y dependencia”.
“Para la población infantil y con la finalidad de promover el bienestar emocional –concreta la concejala- se pondrán en marcha programas de parentalidad positiva, con programas consistentes en establecer instrumentos para la formación y capacitación a padres y madres u otros adultos con responsabilidades educativas” y argumenta que “la idea es promover las habilidades sociales, emocionales, intelectuales, del lenguaje y del comportamiento en los niños y niñas, desde el embarazo hasta los 14 años, prestando especial atención al tipo de información y apoyo que se necesita en distintas situaciones y en las diferentes etapas”.
“Para la puesta en marcha de esta iniciativa –explica Charín González- están prevista una serie de intervenciones, a partir de las mejores prácticas identificadas, promoviendo que puedan ser accesibles a todas las personas, y la coordinación eficaz entre Salud Pública y Atención Primaria” e incluye que “todo ello se realiza con la previsión de garantizar la equidad en su implementación”.
Por otra parte, también está previsto el diseño de un plan de formación de los profesionales en metodología del cambio y educación en estilos de vida saludables, que incluye el consejo breve, educación intensiva individual/grupal y educación comunitaria, con la idea de la capacitación, basada, fundamentalmente, en metodología “on-line”. Por otra parte, la generación de estas alianzas generará:
· Un Plan de desarrollo local, para la optimización y coordinación de recursos. Uno de sus elementos clave será la realización de mapas “online”, que permiten identificar a nivel local los recursos comunitarios existentes para la promoción de la salud y prevención.
· Un trabajo conjunto con el entorno educativo, que pretende reforzar las intervenciones de manera coordinada y universal en dos ámbitos concretos: por un lado la actividad física y la alimentación saludable, y por otro lado el bienestar y salud emocional.
· Un trabajo conjunto con el sector deportivo, en dos líneas de actuación: programas de formación en actividad física (dirigidos a profesionales de los ámbitos sanitario, educativo y comunitario) y el apoyo a todas las intervenciones de la estrategia que contemplen la actividad física como instrumento para ganar salud.
El trabajo con otros sectores, como urbanismo, transporte, medio ambiente… para que los entornos en los que vivimos y trabajamos nos ayuden a tener estilos de vida más saludables.