“El impacto de la inflación ha hecho que se recorten las estancias”
En primer lugar, ¿podría hacernos un balance de lo acontecido en 2022?
El balance de 2022 fue, sin lugar a duda, positivo después de dos años -2020 y 2021- con una importante crisis sanitaria que tuvo un gran impacto en las empresas en general y, concretamente, en las relacionadas con el sector turístico y la movilidad de las personas.
Después de esos dos años, el arranque del 2022 vino marcado por restricciones con motivo de la Ómicron. Restricciones muy estrictas para terceros países, entre ellos, Reino Unido, que es el principal mercado emisor para Lanzarote. Por tanto, los primeros meses -enero y febrero- fueron negativos, hasta que las restricciones por el covid se levantaron definitivamente y aconteció una recuperación a partir de marzo y abril con la llegada de la Semana Santa, que constataba la necesidad de viajar.
El segundo trimestre vino marcado por la invasión de Rusia a Ucrania, con un escenario de incertidumbre por la guerra y por su impacto en los costes energéticos. Una vez superados los primeros meses, se mantuvo la afluencia turística y llegamos a una segunda parte de 2022 donde se estabilizó el movimiento turístico y las reservas.
Como dije, el balance fue positivo, aunque con un arranque difícil por la pandemia en los dos primeros meses y con un segundo trimestre de inestabilidad e incertidumbre por los costes energéticos, la inflación y la Guerra de Ucrania. Asimismo, en ese segundo trimestre tuvimos un impacto muy positivo con el mercado británico, el nacional y otros como el mercado francés o el italiano.
Uno de los problemas que acechan al sector es el número de pernoctaciones: vienen más turistas, pero se recortan sus estancias como consecuencia del coste y la subida de precios. ¿Cómo están paliando la situación?
Por un lado, las ganas de viajar quedaron patentes en ese 2022 con la afluencia de turistas, pero como bien comentas, el impacto de la inflación ha hecho que se recorten las estancias.
Algo muy importante es el valor añadido en la experiencia del cliente. Es importante el desarrollo y la creación de experiencias turísticas, así como la comunicación y la promoción de las mismas en el destino, al objeto de que se les aporte más valor y que consideren y valoren alargar las estancias.
Este es un trabajo que no se hace ni a corto ni a medio plazo, pero sí a largo plazo.
Está claro que con el impacto de la inflación se recortan las posibilidades económicas para viajar, pero esperemos que sea una situación coyuntural y que trabajando en el desarrollo de experiencias y mostrándoselas al turista, sea éste quien decida alargar sus estancias.
Cambiando de tercio, muchos son los sectores que se enfrentan a la falta de profesionales. ¿Cuáles son los perfiles profesionales más difíciles de encontrar para los establecimientos turísticos de la isla?
Se requieren desde puestos básicos, como ayudantes de camareros o de cocina, hasta otros puestos en el que se requiere una mayor cualificación, como lo es la parte técnica de instalaciones o en mandos intermedios. También, por supuesto, recepcionistas o personal de atención al cliente con más de un idioma. El inglés es básico, pero se requiere un segundo idioma, ya sea el alemán o el francés, puesto que tenemos una variedad de turistas provenientes de diferentes mercados que hay que atender.
¿A qué retos se enfrenta el sector turístico de la isla de Lanzarote?
Los retos son varios. Por un lado, una labor que se ha estado haciendo desde hace mucho y con lo que se debe continuar es con la modernización del destino en cuanto a sus infraestructuras e instalaciones.
En la parte alojativa se han realizado y se seguirán realizando inversiones de modernización, renovando alojamientos. Este tiene que ser uno de los aspectos claves e importantes. Por su parte, se ha echado en falta durante los dos años de covid el que se hayan realizado mayores inversiones en las zonas turísticas y fuera de las zonas turísticas con el objeto de mejorar infraestructuras y equipamientos. La mejora y modernización de las infraestructuras e instalaciones es uno de los retos permanentes.
Luego, por supuesto, hay que seguir trabajando en la sostenibilidad y en la transformación digital de las empresas para ser más competitivas.
Asimismo, otro de los retos es mejorar la empleabilidad. Hay un porcentaje de paro elevado y tenemos falta de personal, por lo que entre las instituciones públicas y el sector tendremos que ir viendo cuáles son esos desajustes entre la oferta y la demanda para que podamos incorporar a esas personas que están en situación de desempleo.
Y por último, la diversificación de los mercados turísticos. Tenemos mercados que se nos resisten como el mercado alemán y el escandinavo. En los últimos años se han ido perdiendo estos turistas y necesitamos de unos planes estratégicos específicos para los mismos.