Que tenemos que pensar en cómo vamos a proteger el planeta en los próximos años, es un hecho. A gente como yo, no
se le esconde que el esfuerzo que debemos hacer como especie es vital, pero de ahí a practicar el canibalismo, va un trecho que debemos de reflexionar si nos conviene saltarnos sin un plan, o estrategia que nos permita sostenernos en el hoy.
Escribir este artículo, me va a permitir hacer pedagogía sobre los proyectos increíbles que el sector turístico canario, que es
una potencia mundial, ha puesto en marcha para cuidar a sus equipos, y para mejorar la sostenibilidad del planeta.
Una potencia mundial que ya habla de sostenibilidad.
Se ha comenzado una caza de brujas contra una parte del sector turístico canario que a lo largo de los años ha supuesto, sin
ninguna duda, el progreso de la economía y por tanto de la sociedad de nuestra tierra.
No cabe duda de que, ante cualquier avance o circunstancia, lo importante es siempre adaptarse, que es justamente lo que
ha hecho nuestra comunidad empresarial. Han invertido una cantidad de dinero ingente en proyectos que, sin perder de vista los miles de empleos que están vinculados al sector, mejoren la relación con el entorno y la calidad de vida de sus colaboradores y colaboradoras.
¿Y si te digo que tenemos en nuestras Islas una iniciativa de economía circular y de salud? Como lo lees, ASAGA y ASHOTEL
han desarrollado una actividad que enlaza el sector turístico con el sector primario, y se llama «Tenerife Km 0- Comunidad Turística Circular». Trata de desarrollar dos sistemas comarcales como comunidades de minimización del desperdicio alimentario y de reciclaje de manera orgánica, cuyo principal proveedor son los hoteles participantes y que son unas 600 toneladas anuales.
¿Y si te digo que nuestras empresas dicen que ser energéticamente sostenibles es rentable? Así lo ha demostrado Fedeport, que mostró con un informe que conciliar la eficacia económica y empresarial operando en el mercado de forma sostenible, es posible.
Pero aún hay más, y es que FEPECO está trabajando para implementar el ODS número 9.1. y el 11.b, y ha apostado fuertemente por la agenda verde de la UE y por implementar un crecimiento económico y social basado en el desarrollo sostenible, lo que desde la construcción es más que necesario.
¿Y si te cuento que hay grupos hoteleros o vinculados a la hostelería desarrollando proyectos increíbles con la participación de sus propios equipos? El proyecto BeGreen life que habla de sostenibilidad económica, social y medioambiental del grupo GF Hoteles es una iniciativa que te animo a conocer porque “no tiene desperdicio”.
Esto son solo unos highlights de todos esos proyectos que estamos desarrollando desde nuestra propia casa para cuidarnos y protegernos, y que son el camino para construir una tierra en la que merezcamos vivir
Ya está bien de que nos llamen explotadores.
Que hay empresarios que tienen dudosa reputación es algo que ya sabemos y con lo que estamos absolutamente en contra, al igual que estamos en contra de pensar que todos los trabajadores son unos holgazanes y poco responsables. Generalizar es una mala idea siempre, sea cual sea la dirección. Por eso, demonizar a un sector completo por la mala praxis de unos pocos, no solo es una mala idea, sino que es injusto y genera un ambiente tóxico en el mundo laboral y social canario.
Tengo muchos compañeros y compañeras que se dedican al
sector hotelero y que son unas magníficas personas y mejores profesionales. Gente joven, con ganas de innovar que se preocupa por su equipo y por el planeta.
A la primera persona que escuché hace unos años hablar de eliminar el plástico en sus hoteles, fue a mi amigo Agustín Ruiz, director de La Laguna Gran Hotel. Ahora les parece normal, pero para la época, que un hotel quitase los amenities, era una acción revolucionaria, porque cuando los clientes entrasen en la habitación, no habría despliegues de botecitos que activaban la dopamina al pensar que tenías cositas de regalo. Este no es
el único caso que conozco, por eso me atrevería a decir que basta ya de confrontar, que seamos responsables y que, sea cual sea el cambio que debamos de emprender, debe ser un camino de concordia, sin insultos ni piquetes más propios de la chusma que de líderes que quieren proponer un cambio.
¿Cuál es el plan?
Lo que está ocurriendo en el sur de Tenerife, no nos lo podemos
tomar a broma. Los datos nos indican que, una grandísima parte de las personas que viven en Canarias, tienen ingresos gracias al sector turístico, y no se equivoquen, no les hablo de las camas de los hoteles.
Les hablo del chico que trabaja en la fábrica de refrescos, de quienes tienen pequeños comercios o quienes van al súper a comprar comida porque esto es una cadena.
En la pandemia, y en la post pandemia, un amigo que tiene una clínica dental en el sur
me decía que la mayor parte de sus clientes
eran personas que trabajaban en los hoteles, que había notado, debido al parón que la gente no iba a su centro y es que el turismo es tractor de otras economías le pese a quien le pese.
Si mañana cerramos los hoteles, y despedimos a toda esa gente, ¿Cuál es el plan? ¿Cartilla de racionamiento? ¿Un Canarias que emigre? No me queda claro el plan.
Quiero finalizar haciendo una última reflexión. Imagina que vas por cualquier lugar del mundo, en algún sitio donde quizás no
hables su idioma a pasar unos días con tu familia y se te acerca por la calle un grupo de personas gritando, con pancartas y en actitud agresiva. Seguro que nos tiraríamos las manos a cabeza, diríamos que son unos descerebrados y que no hay derecho a que hagan eso a nuestra gente.
Esto es lo que ha pasado sin que nadie haga nada en nuestras islas, estamos practicándonos canibalismo entre canarios y esto
me parece un despropósito.
Por supuesto que estoy a favor de cualquier debate que hable de la mejora y del cuidado de Canarias. A favor de un debate sosegado, con argumentos y que planee el futuro de nuestra tierra y como queremos vivirla, pero, lo que han hecho está pasando ahora mismo no es esto. Estas acciones que debemos condenar con dureza, que nos deben parecer inadmisibles y que debemos denunciar sin ningún tipo de complejo no es defender Canarias. Es turismofobia y mala educación.
