Virgilio, es un placer dirigirnos a ti para hablar de esta emblemática compañía que ha marcado profundamente la vida de los canarios durante muchas décadas, trascendiendo incluso nuestras fronteras insulares. Para contextualizar la magnitud de su trayectoria, me gustaría iniciar tratando las significativas cifras que manejan, por ejemplo, de empleo.
Comenzando con las cifras, esta compañía ha celebrado ochenta y cuatro años de historia este año. Contamos con una plantilla de doscientos treinta y cinco a doscientos cuarenta empleados de forma directa. De manera indirecta, se calcula que el empleo generado se triplica, lo que significaría una influencia en el mercado laboral de alrededor de mil personas.
En cuanto a producción, nuestra producción global anual se sitúa entre las siete mil quinientas y ocho mil toneladas, considerando todos nuestros productos. Finalmente, la facturación del último ejercicio cerró en cuarenta y dos millones y medio de euros. Esto sería un resumen de los datos más relevantes.
¿Cómo se consigue mantener tantas décadas de historia, cosechando además éxitos en el camino? Porque, más allá de tener una carrera descendente, vemos que cada año las famosas chocolatinas y todo lo que hay alrededor sigue manteniéndose y creciendo. ¿Cuál es el secreto?
El secreto no puede ser otro más que la dedicación y el trabajo, que creo que es fundamental por parte de todos, porque sin esfuerzo ni dedicación nada puede funcionar. Dentro de mi filosofía, suelo decir que al final todos trabajamos, y el éxito es una cuenta de resultados, un balance.
Prácticamente todas las partidas del balance y de la cuenta de resultados te indican, mes a mes, semestre a semestre o año a año, como se quiera ver, qué es lo que tienes que corregir y por dónde tienes que ir o dónde tienes que emplear más tiempo para corregir o para avanzar. Yo creo que es sencillo, aunque parezca más sencillo de lo que es, pero es eso, es decir, no se puede vivir de espalda a los números.
Como bien decía en la primera pregunta, hay que analizar qué está fallando en la compañía: si son las ventas, buscar por qué no conseguimos aumentarlas en un mercado, buscar nuevos mercados o clientes; si es por exceso de gastos en fábrica, intentar mejorar la eficiencia de la producción; si es por un incremento o por no tener unos gastos correctos de distribución y ventas, pues atajando y buscando otra forma de llegar a los mercados. Es así, un trabajo diario que requiere dedicación.
Pongo un ejemplo: nosotros llegamos a tener, a principios de los noventa, treinta y cuatro autoventas en la isla de Gran Canaria. Poco a poco, la distribución fue evolucionando, y las grandes cadenas pasaron a tener sus almacenes centrales. Hoy en día, de aquellos treinta y cuatro, solamente quedan siete en la isla de Gran Canaria, que son los siete autoventas que atien- den a los clientes de hostelería. El resto fueron puestos de trabajo que se fueron amortizando, muchos de ellos cuando el propio personal se fue jubilando, y algunos de los últimos pasando a realizar labores de producción para esperar los tres o cuatro últimos años que les quedaban hasta la jubilación. Si eso no se hace, el impacto negativo es grande. Es decir, hay que ir siempre regulando cada una de las partidas en función de lo que demanda el mercado.
Podemos decir que uno de los secretos, no solo de esta compañía sino en general del empresariado, es esa capacidad de adaptabilidad al contexto y a los cambios del propio mercado, que avanza sin freno.
Efectivamente, la adaptabilidad es crucial. Los hábitos y preferencias de nuestros clientes evolucionan constantemente, al igual que los requerimientos de nuestro principal cliente, que son las cadenas de distribución y supermercados. Ante estos cambios, resulta imperativo ajustarse a sus nuevas exigencias para asegurar la continuidad en el mercado. De no hacerlo, la conse- cuencia inevitable sería la pérdida de cuota y, en última instancia, la exclusión del mercado.
Hablando de mercados, vuestros productos son el buque insignia de estas islas pero, ¿dónde más podemos encontrar Tirma?
Actualmente, nuestra distribución abarca un amplio espectro geográfico. Aproximadamente un tercio de nuestras ventas se genera fuera de las Islas Canarias, incluyendo relaciones comerciales directas con cadenas de supermercados en diversos países. De este tercio de la producción, la mitad se destina al mercado peninsular, mientras que la otra mitad se exporta a otros países. Entre nuestros mercados internacionales más relevantes se encuentran Marruecos, Israel, Mauritania, Guinea Conakry y Guinea Ecuatorial, entre otros.
La expansión a mercados exteriores ha sido un proceso arduo que iniciamos a principios de los noventa, hace ya más de tres décadas. Inicialmente, el volumen de ventas era limitado, incrementándose gradualmente con el tiempo. Este mismo patrón de crecimiento se observa en nuestros clientes internacionales. Un ejemplo significativo es uno de nuestros principales clientes actuales, quien comenzó adquiriendo un único contenedor en 1991 y hoy en día realiza pedidos de entre cuarenta y cuatro contenedores anuales.
Consideramos que la paciencia y la inversión son fundamentales en este proceso. Al incursionar en nuevos mercados, es inherente incurrir en una serie de costes y gastos iniciales, como la asistencia a ferias, viajes y visitas comerciales, que no se recuperan de forma inmediata. Sin embargo, apostar por esta expansión es, en nuestra opinión, la estrategia esencial para el crecimiento a largo plazo.
Previamente a esta conversación, abordábamos la coyuntura económica actual y el significativo incremento de precios que están experimentando dos materias primas esenciales para el desarrollo de esta actividad: el cacao y el café. Este aumento representa un desafío considerable, exigiendo una gestión meticulosa para asegurar la viabilidad económica y la continuidad operativa de la compañía, especialmente considerando su dependencia de estos dos componentes fundamentales.
Sí. Considero que esta situación actual representa la culminación de una serie de desafíos iniciados con el confinamiento en el año 2020. En aquel momento, experimentamos una gran incertidumbre en relación con los precios de las materias primas, la disponibilidad de suministro, los plazos de entrega y la reubicación de buques para su transporte. Posteriormente, a finales de 2020 y durante 2021, observamos incrementos extraordinarios en ciertas materias primas de repostería, como el azúcar, cuyo precio, tras una corrección parcial, se ha mantenido elevado. En general, las materias primas han experimentado incrementos variables a lo largo de los años recientes.
Particularmente significativas son las alzas de los dos últimos años en el cacao, cuyo precio ha alcanzado niveles sin precedentes desde finales de 2023, multiplicándose el coste de sus derivados hasta siete u ocho veces, situándose actualmente en un factor de cinco. El café, por su parte, ha experimentado una multiplicación de su precio promedio de hace un año y medio por un factor de cuatro o cinco.
Esta coyuntura plantea una dificultad considerable en la gestión de costes. En nuestro caso, procuramos repercutir estos incrementos en nuestros precios de la menor manera posible, manteniéndonos atentos a posibles oportunidades de compra en el mercado que permitan mitigar el impacto económico.
Considerando la perspectiva histórica, es evidente que hemos experimentado periodos económicos más favorables. En retrospectiva, podríamos desear retornar a la situación de hace cinco años. Sin embargo, mantengo la convicción de que la coyuntura actual, pese a sus desafíos, es preferible a la que previsiblemente enfrentaremos en un futuro próximo, la cual anticipo aún más compleja.
A los incrementos en los costes de estos componentes, debe sumar también el aumento de la regulación, considerando que el sector industrial y agroalimentario atraviesa una etapa de cambios. Intuyo que son varios los frentes que afronta la empresa, una situación que, en general, constituye una queja recurrente en el sector empresarial debido a la sobrerregulación existente en la mayoría de los ámbitos, no solo en la industria y el sector agroalimentario.
Desde la administración de Tirma, nuestra principal responsabilidad radica en la planificación estratégica del negocio. Esto implica analizar exhaustivamente la estructura de costes para determinar los precios de venta necesarios, así como identificar áreas donde la reorganización e innovación son imprescindibles. No obstante, observamos una tendencia creciente en la dedicación de personal a tareas administrativas dentro de los diversos departamentos. El incremento sustancial de estas labores genera una preocupación sobre la capacidad futura para enfocar recursos en la estrategia y el desarrollo del negocio.
Esta situación, aparejada al consiguiente aumento de costes, representa un escenario complejo que, en la coyuntura actual, no genera una economía tangible, sino principalmente un incremento de la burocracia y los gastos operativos. Esta problemática se agrava al considerar nuestra aspiración, compartida por la mayoría de los sectores, de acceder a mercados exteriores. En estos entornos, competimos con productos provenientes de terceros países donde la carga regulatoria es significativamente menor o inexistente. En consecuencia, surge la interrogante de cómo podemos competir eficazmente en un mercado internacional con productos originarios de países con estructuras de costes que pueden ser un treinta o cuarenta por ciento inferiores a los de la industria europea.
¿No podría esta situación conducir, en cierta medida, a una ralentización de la internacionalización de los productos canarios, dada la considerable dificultad para mantener la competitividad en estas circunstancias?
En mi opinión, considero que sí. Sin ir más lejos, disponemos del informe DRIVE, el cual advierte sobre la posible situación que podría afrontar la industria europea.
Además, quienes operamos en el sector experimentamos esta realidad a diario. Al intentar comercializar nuestros productos en terceros países, especialmente en África, nos encontramos con mercados donde el precio de venta al público de la competencia es incluso inferior a nuestro coste de producción. Por consiguiente, resulta imperativo que a nivel europeo se adopten iniciativas concretas al respecto. Estas no deberían limitarse a una mera reducción burocrática del treinta y cinco por ciento, implementada de forma igualmente burocrática, sino que, en mi opinión, deberían consistir en decisiones y actuaciones más enérgicas y dinámicas.
Aunado a todo lo anterior, el condicionante de nuestra ubicación geográfica en Canarias implica un sobrecoste significativo en la mayoría delos sectores en relación con el continente. En este contexto, ¿cuál considera que está siendo el mayor hándicap para el empresariado canario que, además, se dedica a la internacionalización y la exportación?
En mi opinión, centrándome específicamente en el sector industrial, que es el ámbito que mejor conozco, el principal desafío radica en el sobrecoste inherente a la actividad industrial en Canarias. Este sobrecoste, según un estudio publicado por el Gobierno de Canarias en 2018, se cifraba en un 29,7% de la facturación, con variaciones sectoriales. Nuestra necesidad primordial es que este sobrecoste sea compensado en la mayor medida posible para facilitar el acceso a otros mercados.
Actualmente, estimo que el porcentaje de compensación alcanza aproximadamente la mitad de dicho sobrecoste, quedando aún una parte significativa por recuperar. Considero que si el sistema de incentivos y compensaciones para la actividad industrial en Canarias fuera verdaderamente atractivo, observaríamos un interés considerable por parte de las empresas para establecerse en las islas, situación que no se percibe en la actualidad. Por tanto, resulta crucial compensar adecuadamente a la industria ya establecida en Canarias, una actividad económica intrínsecamente ligada al territorio. Si bien otras actividades económicas son igual- mente valiosas y deseables para el desarrollo de Canarias, su permanencia puede depender en mayor medida de incentivos fiscales. Este no es el caso de la industria, que considero fundamental para avanzar hacia la diversificación económica que anhelamos y para reducir nuestra dependencia del exterior. La pandemia demostró la importancia de este punto.
Durante la pandemia, la industria canaria demostró una capacidad de respuesta y suministro que fue altamente valorada. Fuimos capaces de abastecer el mercado local en un contexto de desabastecimiento a nivel peninsular en diversos productos alimentarios. Esta capacidad se debió, en parte, a que muchas industrias canarias, durante el confinamiento y todo el año 2020, tuvieron la oportunidad de vender a la península, pero priorizaron el suministro a sus clientes locales, demostrando una actitud responsable y sensata.
Con su profundo conocimiento del sector industrial, habiendo incluso presidido durante un periodo la Asociación de Industriales de Canarias, ¿considera que el sector está experimentando un crecimiento significativo o, por el contrario, seguimos estando estancados en este ámbito?
Nuestra participación en el producto interior bruto (PIB) o en el valor añadido bruto (VAB) de Canarias está intrínsecamente ligada al crecimiento de otros sectores. Estas son magnitudes económicas, valores, por lo que un aumento en el precio de las pernoctaciones hoteleras, incluso manteniendo el mismo volumen, incrementará el peso del sector turístico en el valor añadido.
No obstante, los últimos datos que analizamos en el encuentro para la estrategia de desarrollo industrial de Canarias 2022-2027 mostraban un incremento en el peso de la industria, aproximadamente de cuatro décimas, situándonos en torno al 7,4%. Si bien no recuerdo la cifra exacta, se evidenciaba un aumento significativo. El objetivo para el periodo 2025-2027 es incrementar el peso de la industria en el PIB en un 25%, meta que considero alcanzable en los dos años restantes.
Hemos abordado el objetivo del sector industrial, pero ahora me gustaría centrarme en los objetivos de Tirma. ¿Hacia dónde aspiran llevar a la empresa? ¿Cuáles son esos objetivos y proyectos que vislumbran en el horizonte?
En primer lugar, nuestro objetivo prioritario es consolidar y expandir las ventas en mercados exteriores. Si bien el mercado canario es significativo, su capacidad de crecimiento vegetativo no es suficiente para absorber el incremento de producción derivado de la renovación de nuestras líneas. Por consiguiente, la incursión y la profundización en el comercio exterior son imprescindibles.
“El objetivo para el periodo 2025-2027 es incrementar el peso de la industria en el PIB en un25%”
Como mencioné anteriormente, esta tarea no es sencilla, especialmente en nuestro caso, donde una parte considerable de nuestras ventas se dirige a terceros países, atendiendo a las razones previamente expuestas. Adicionalmente, en muchos de estos mercados, el poder adquisitivo de la población difiere sustancialmente del europeo, y la actual coyuntura de alza continua de materias primas ejerce una influencia considerable en la competitividad de nuestros productos. No obstante, persistimos en nuestros esfuerzos por alcanzar nuestros objetivos de internacionalización.
En definitiva, para Tirma el principal objetivo parece ser la expansión y la consolidación de su presencia, por lo menos en el mercado canario, donde la empresa goza de un profundo arraigo y un fuerte sentimiento de pertenencia por parte de la población.
Celebro profundamente este sentimiento y estamos enormemente agradecidos por ello. Valoramos sinceramente el afecto que nos demuestran, lo cual nos impulsa a redoblar nuestros esfuerzos cada día.
Muchísimas gracias por compartir este tiempo con nosotros. Ojalá podamos realizar otra entrevista en uno o dos años, y que entonces no solo hayamos alcanzado este objetivo, sino que hayamos sido aún más ambiciosos y logrado otros adicionales. Consta el afecto que le profesamos todos los canarios e incluso muchos en la península, donde el producto Tirma está cada vez más presente. Por todo ello, les deseamos el mayor de los éxitos y esperamos que sigamos brindando nuestro apoyo a este sector industrial, al que debemos cuidar y procurar su crecimiento, ya que considero que es fundamental para la economía de Canarias.