La Consejería de Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria concederá este año dos millones de euros en subvenciones directas extraordinarias a las y los ganaderos de la Isla, con el fin de paliar las pérdidas que han sufrido debido al incremento de los precios de los insumos, principalmente del alimento para los animales, derivado de la actual crisis sanitaria, ha informado la Corporación insular en un comunicado.
Estas ayudas, ha indicado el Cabildo, serán proporcionales a las cabezas de ganado y tendrán en cuenta las limitaciones establecidas en el Marco Nacional Temporal, relativo a las medidas de ayuda estatal destinadas a respaldar la economía en el contexto del actual brote de la COVID-19.
El presidente del Gobierno de Gran Canaria, Antonio Morales, ha detallado que estos fondos forman parte de los 2,9 millones de euros en ayudas específicas asignadas al sector ganadero y quesero, de un total de seis millones para agricultura, ganadería y pesca, que se han incorporado al presupuesto 2022 de la Consejería, “para continuar desarrollando el Plan Estratégico del Sector Primario de Gran Canaria, cuyo propósito es mejorar las condiciones de producción y transformación de determinadas producciones ganaderas”.
La Institución ha querido subrayar, asimismo, que, dentro de esos 2,9 millones globales, también se destinarán 200.000 euros a la ejecución de mejoras sanitarias, ambientales, funcionales y estéticas en explotaciones ganaderas; 167.000 euros, al mantenimiento de razas autóctonas y al fomento del bienestar animal; 100.000 euros, a ayudas para el fomento de la calidad del queso; y otros 40.000, a nuevas contrataciones de personal en las explotaciones ganaderas.
Morales ha incidido en que la Corporación insular, tras mantener una reunión con representantes del sector para abordar el aumento de los precios de la alimentación animal, ya ha puesto en marcha, con el apoyo de la Cooperativa de Ganaderos de Gran Canaria y COAG Canarias, un estudio de costes de producción de los principales productos ganaderos, leche y quesos, que servirá como referencia en el cumplimiento de la Ley de Cadena Alimentaria, en colaboración con las cooperativas y las asociaciones agrarias.
Además, los responsables de la Consejería están manteniendo reuniones con representantes de las principales cadenas de hipermercados y supermercados, en donde se pone a la venta el 62% de estos productos, así como con las empresas insulares transformadoras de leche, para sensibilizarles ante la situación y pedirles que no solo sea el sector primario el que soporte la subida de los costes de la transformación y de la comercialización.
En esa misma línea, el Cabildo ha afirmado que mantendrá su política de potenciar la producción de forraje local, a través del Plan Forrajero de Gran Canaria. Una iniciativa en la que ya participan 65 agricultores y ganaderos, con 120 hectáreas de cultivo, en las medianías del norte de la Isla.
1.232 explotaciones ganaderas censadas en la Isla
En la actualidad, Gran Canaria cuenta con 1.232 explotaciones ganaderas censadas, de las que solo el 10,40% (128) poseen más del 80% del censo de la cabaña insular, lo que significa que la inmensa mayoría poseen pocas cabezas de ganado. Y de esas 128 explotaciones, las dedicadas al ganado caprino y ovino (reproductoras), son 73; mientras que 25 son de bovino (hembras); 12, de porcino (madre); 10, de aves de puesta; 2, de aves de carne; 1, de conejos; y hay 5 explotaciones de colmenas.
El volumen total del negocio insular ronda los 45 millones de euros anuales, es decir, el 0,2% del PIB grancanario. De ellos, las explotaciones de ganado bovino aportan el 32%; las de aves de puesta, el 25%; las de caprino, el 20%; las de aves de carne, el 13%; las de ovino, el 5%; y las de ganado porcino, el 3,5%.
El presidente de la Corporación insular también ha detallado que, en los últimos diez años, la evolución del número de cabezas de ganado en la Isla ha sido dispar y, aunque se han producido incrementos en la cabaña bovina, cuyo número de hembras ha crecido un 30%, y en la apicultura, que ha subido un 40%, el resto de especies ha sufrido descensos notables. Así, la cabaña de aves ponedoras ha caído un 14%, aunque desde 2018 muestra una tendencia a estabilizarse; la caprina y ovina, un 33%; la avícola de carne, un 30%; la porcina, un 72%; y la de conejos, un 80%.
