Este tema ha devenido en un debate entre los profesionales que trabajamos en Personal Branding desde hace unos años. La marca personal es una percepción o impresión ampliamente reconocida y, en gran medida, uniforme de un individuo en función de su experiencia, competencias, acciones o logros dentro de una comunidad, industria o mercado en general.
Por lo tanto, la marca personal no depende solo de nosotros, sino también de cómo nos perciben los demás. No podemos controlar totalmente esa percepción, pero podemos influir en ella mediante una estrategia de comunicación efectiva.
Al ser una marca no podemos desligarnos de nuestra personalidad y de lo que nos hace auténticos y diferentes de otros seres humanos o marcas, y esto está condicionado por nuestros valores y principios. Así, la marca personal no es algo que se pueda fabricar o falsificar, sino que se basa en nuestra esencia y en nuestra forma de actuar.
¿Por qué la marca personal no se “crea”?
Prácticamente todos los especialistas en Personal Branding coincidimos en que la Marca Personal no se crea. No es el resultado de un proceso creativo o del desarrollo de una idea. En lo que sí hay debate es entre el argumento que señala que la Marca Personal se descubre y el argumento de que la Marca Personal se construye.
La marca personal no es el resultado de un proceso creativo porque no se trata de inventar algo nuevo o diferente, sino de descubrir y comunicar lo que ya somos y lo que nos hace únicos. Es la expresión de nuestra identidad, nuestros valores, nuestras competencias y nuestro propósito. No se crea de la nada, sino que se construye desde nuestra autenticidad y coherencia. Cuando hablamos del proceso creativo, hablamos de un conjunto de fases o etapas que se siguen para generar ideas originales y novedosas que resuelvan un problema o satisfagan una necesidad. En el marketing y la publicidad, el proceso creativo toma el protagonismo, ya que el éxito del impulso de una marca, depende exclusivamente de este proceso, en el cual se distinguen la percepción, asociación de ideas, proceso de datos, analogías, intuición y emociones.
Para la marca personal, la creatividad es fundamental para su desarrollo, pero no es el primer paso, ni la marca personal depende de la creatividad, como sí ocurre en la mayoría de productos o servicios comerciales.
Yo lo tengo claro, la marca personal se construye
Personalmente, tengo una posición muy argumentada en que la Marca Personal se construye, y en este artículo voy a argumentar mi punto de vista. No es una posición absoluta e inamovible, pero van a tener que darme buenos argumentos para cambiar de opinión.
La marca personal es un concepto que se refiere a la forma en que nos perciben los demás, basada en nuestra experiencia, habilidades, valores y logros. Algunos autores sugieren que la marca personal se descubre, ya que implica un proceso de autoconocimiento y autenticidad. Según esta perspectiva, la marca personal es algo que ya tenemos, pero que debemos identificar y comunicar de forma efectiva.
Sin embargo, otros autores consideran que la marca personal se construye, ya que implica un trabajo constante de desarrollo y mejora personal, así como de posicionamiento y diferenciación en el mercado. Según esta visión, la marca personal es algo que podemos crear y modificar según nuestros objetivos y estrategias.
En realidad, ambas posturas tienen algo de verdad. La marca personal es una combinación de lo que somos y lo que hacemos. Por un lado, debemos descubrir nuestros rasgos distintivos y nuestro valor agregado. Por otro lado, debemos construir una imagen coherente y atractiva que nos permita alcanzar nuestras metas profesionales y personales.
Desde mi punto de vista, la marca per- sonal se descubre y se construye, no existen ambos procesos de forma separada. El mero hecho de descubrir tu marca personal, no implica necesariamente el desarrollo de la misma. Y construir una marca personal, sin pasar primero por la etapa de descubrimiento, sería un despropósito. estaríamos construyendo algo de la nada.
Por lo tanto, la marca personal no es el resultado de un proceso creativo, sino el resultado de un proceso de autoconocimiento y construcción. La creatividad puede ser una herramienta útil para transmitir nuestra marca personal de forma atractiva y diferenciadora, pero no puede sustituir a nuestra realidad. La clave está en ser nosotros mismos y mostrarlo al mundo con claridad y confianza.
