Hace unos días vi en una parada de guaguas un anuncio de publicidad de AliExpress. No sé muy bien por qué, pero lo cierto es que me impactó. ¿Quién podía imaginar hace 10 años que llegaríamos a ver un cartel de una tienda online china en una parada Guaguas de nuestras Islas? Creo que la imagen representa muy bien la revolución disruptiva que la digitalización ha supuesto para la sociedad. Según veía el cartel me vinieron a la cabeza algunas ideas y flashes que me gustaría compartir.
Recordé la primera vez que compré en la web china con más fe que certeza, porque pensaba que, muy probablemente, el pedido nunca llegaría y perdería el dinero. Lo cierto es que tardó meses en llegar y la calidad del producto no era muy buena, pero no quise perderle la pista al comercio y sigue comprando. Poco a poco, con los años la experiencia de usuario fue mejorando notablemente.
Pensé en los más mayores y en cómo a lo largo de su vida habían pasado de comprar durante su juventud en una tienda de «aceite y vinagre» que apuntaba la cuenta en una libreta, y el esfuerzo que habían tenido que realizar para adaptarse al mundo de internet y usar medios de pagos digitales.
Pensé en el pequeño comercio local y en la famosa fábula que decía aquello de «¡Qué viene el lobo!». Pues el lobo llegó y no sería por no haber avisado con tiempo. Hoy nuestras tiendas compiten con el gigante chino en una batalla que se parece mucho a la de David y Goliat.
Pensé en cómo en tan pocos años había mejorado la logística mundial para que un paquete que viene de China llegue a Canarias en unos tiempos y condiciones razonables. No olvidemos que estamos a 1.500 km del territorio peninsular.
Pensé en lo difícil que les resulta a las empresas canarias vender fuera de las Islas y que la situación no es justa y está totalmente desequilibrada. Cada día se hace más evidente la necesidad de disponer de un escenario donde todos tengamos las mismas oportunidades.
Pensé que el lugar de este cartel, hasta hace muy poco tiempo, lo ocupaba la publicidad de unos grandes almacenes con tiendas en toda España. Esos mismos grandes almacenes que hoy cierran locales y buscan salidas a un modelo de negocio que se quedó caduco.
El cartel de AliExpress es solo un ejemplo de todo lo que nos está cambiando este mundo digitalizado y globalizado. Hoy vemos con total normalidad una publicidad de HBO Max, Netflix, Prime Video… dando por hecho que quien pasea por la calle sabe de qué estamos hablando.
Siempre digo que donde aparecen los 1 y 0 todo ocurre más rápido y con más intensidad. Cuesta seguir el ritmo y es imposible estar al día de todos los cambios que se suceden de una manera frenética, pero debemos seguir surfeando la ola e intentar no quedarnos fuera de esta partida que solo acaba de empezar.
Como dijo el filósofo francés Jacques Ellul hace más de un siglo: «Piensa globalmente y actúa localmente». Una frase que hoy, con la digitalización, tiene más sentido que nunca.
¡Toca seguir andando el camino porque lo que viene es apasionante!
