Momentos donde no creemos haber avanzado lo suficiente pero no por ello tampoco podemos negar que no hayan existido avances.
Pero como cada año vamos a recordar el por qué de este día internacional de la mujer trabajadora.
El 25 de marzo de 1911 en una fábrica textil en Nueva York más de 100 mujeres se declararon en huelga de hambre exigiendo mejores derechos laborales así como un salario digno. La fábrica fue incendiada y 123 mujeres, 23 hombres murieron en el incendio mas 70 heridos.
En pleno siglo XXI sigue existiendo un preocupante desconocimiento al respecto, entendiendo esta fecha como un día de celebración y no de conmemoración para no olvidar y entender que la lucha por todas esas mujeres que fueron asesinadas, las que a día de hoy siguen sufriendo una discriminación salarial frente al hombre.
Solo en Canarias las mujeres cobran 2.235€ menos que los hombres a día de hoy. Es por todo lo que ya he expuesto que no puedo entender como siguen entendiendo, incluso instituciones públicas que el 8 de marzo sea poco menos que un día de celebración en el que las mujeres salen a comer, a cenar o salir a bailar, siendo los hombres quienes se hagan cargo de las áreas domésticas, como también de sus hijos e hijas en caso de haberlos.
La falta de información, el tener que soportar el que los hombres sigan diciendo que también tiene que haber el día de los hombres. Pero claro, no faltan quienes dicen que ya tenemos el 1 de mayo como Día de los Trabajadores.
Todo eso nos lleva a seguir poniendo barreras y no permitir avanzar.
La sociedad ha cambiado, las mujeres son cada vez más las que se incorporan a la vida laboral, no sin pasar por los problemas de la conciliación familiar, que se convierten en un añadido más a los problemas actuales.
Sí hemos avanzado, pero que las mujeres sigan cobrando menos que los hombres, como tampoco son tantas las que cubren puestos directivos, o encontrarte que en las reuniones de Estado, el número de hombres sea mucho mayor que el de las mujeres en esos puestos.
No borremos el pasado, porque solo por ellas, las que se que se quedaron en la cuneta por exigir nuestros derechos, las mujeres no debemos dar un paso atrás y la sororidad no es solo una palabra, es mucho más que eso.
No es una utopía, rompamos ese techo de cristal.
