César, has sido reconocido como uno de los mejores profesores del mundo y defensor de un enfoque innovador en la educación centrado en valores y la participación de los estudiantes. ¿Qué te inspiró a desarrollar un enfoque innovador en la educación y qué principios fundamentales guían tu labor como educador?
Me permito decir que, desde mi punto de vista, no lo considero innovador. Yo hablo de que me guío por el sentido común. El sentido común, a mi parecer, es algo básico que todos deberíamos poseer.
Tanto en la educación, como en la escuela, en la vida, en el trabajo y en la familia, es fundamental regirnos por la escucha, el diálogo, la participación y el respeto mutuo. De hecho, creo que todos los seres humanos tenemos algo en común: la necesidad de sentirnos queridos, escuchados y útiles. Partiendo de esa base, podemos lograr grandes cosas.
Si a esto le sumamos que la esencia de los niños y niñas es la creatividad, la imaginación y la curiosidad, tenemos la responsabilidad de estimularlas para que puedan desarrollar todo su potencial.
¿Cuáles consideras que son los pilares fundamentales en la educación actual, especialmente en lo que respecta a la promoción de la empatía, el respeto a las diferencias, la participación de los estudiantes en la sociedad y la educación para la convivencia?
Para mí, educar es brindar herramientas que permitan el crecimiento integral del ser humano. Esto implica proporcionarles habilidades para relacionarse consigo mismos, con quienes los rodean y con el mundo en el que viven.
Es cierto que la educación debe evaluarse en función de sus resultados, pero estos no deben limitarse a un número o a la adquisición de conocimientos específicos. Considero fundamental entender la educación como un proceso que facilita el desarrollo integral del ser humano, incluyendo aspectos intelectuales, físicos, emocionales y sociales.
¿Cómo ha influido en tu carrera recibir premios como el Premio Magister de Honor y el premio Crearte del Ministerio de Cultura? ¿Qué significado tienen para ti estos reconocimientos en tu labor como docente y defensor de una educación inclusiva y participativa?
Comprendo que el reconocimiento para todos los seres humanos es una forma de validación. Sin embargo, es fundamental tener claro que, independientemente de recibir reconocimientos o no, nuestras acciones contribuyen a mejorar el entorno que nos rodea.
Si bien es gratificante recibir reconocimientos, considero crucial tener presente que cuando hacemos algo y observamos o entendemos que genera mejoras, especialmente en el ámbito educativo, la satisfacción es aún mayor. Imaginemos el impacto de presenciar la evolución de niños y niñas gracias a nuestro trabajo. Creo que eso es especialmente bonito, sin duda.
“Un intercambio que nos permite expandir
nuestra mente y abrirnos a nuevas perspectivas”
¿Qué ha significado para ti participar en el Encuentro de Personas Vitamina y compartir tus conocimientos y experiencias con otros profesionales destacados en el ámbito tecnológico e innovador?
He tenido la oportunidad de participar en un evento extraordinario, donde he compartido mi visión sobre la educación ligada a la creatividad y la curiosidad. Sin embargo, la verdadera fortuna ha sido mía, al poder empaparme de las valiosas experiencias y conocimientos de un sinfín de personas. Personas vitamina, como bien las define el nombre del evento, que iluminan y abren puertas a otros con sus acciones, grandes o pequeñas.
Escuchar las experiencias de otros, aunque no tengan que ver con nuestro día a día, es una fuente inagotable de aprendizaje y crecimiento. Un intercambio que nos permite expandir nuestra mente y abrirnos a nuevas perspectivas.
Este evento ha sido, sin duda, una experiencia memorable.
