El informe «Monitor de la economía Canaria: Modelos económicos insulares comparados, ineficiencias y soluciones» pone de relieve los principales desafíos y oportunidades que enfrenta la economía del archipiélago, ofreciendo un análisis detallado sobre las fortalezas y debilidades de cada isla. Este documento presenta una serie de propuestas clave con el objetivo de garantizar un desarrollo más equitativo y sostenible en todas las islas.
El estudio revela crecimientos desiguales en términos de población y economía. Entre 2010 y 2023, Fuerteventura (+26,0%) y Lanzarote (+16,4%) experimentaron el mayor crecimiento poblacional, mientras que La Gomera sufrió una ligera pérdida de habitantes (-1,0%). El envejecimiento de la población es una tendencia común en todo el archipiélago, con La Gomera presentando el índice de envejecimiento más elevado (23,3%).
A nivel económico, Fuerteventura (+59,1%) y Lanzarote (+56,0%) se consolidan como las islas con mayor crecimiento del PIB durante el mismo periodo, en contraste con los incrementos más modestos observados en La Palma y La Gomera. Mientras, Lanzarote destaca por ser la única isla que supera la media nacional en PIB per cápita (112,71%) en 2023, evidenciando una notable dinámica económica que la diferencia del resto de las islas.
Asimismo, se evidencian las desigualdades persistentes en el mercado laboral. Aunque la tasa de paro ha disminuido en todas las islas, Fuerteventura (13,7%) y Lanzarote (13,8%) lideran la recuperación, mientras que La Gomera (19,9%) y La Palma (19,6%)siguen enfrentando mayores dificultades. La creación de empleo ha sido especialmente destacada en las islas no capitalinas, con Fuerteventura (+59,3%) y Lanzarote (+45,4%) actuando como motores de crecimiento.
El sector turístico continúa siendo el pilar fundamental de la economía canaria. La tasa de ocupación hotelera ha pasado de 55,86% en 2010 a 72,23% en 2023, con Lanzarote (77,4%) y Tenerife (75,3%) liderando en atracción turística. El turismo internacional sigue impulsando el crecimiento, con Tenerife recibiendo más de 5,6 millones de visitantes extranjeros en 2023.
Si bien se han logrado avances, la fuerte dependencia del sector turístico supone una vulnerabilidad estructural para Canarias. Aunque ha sido clave para la recuperación económica, esta dependencia deja al archipiélago expuesto a posibles crisis. Además, persisten importantes disparidades entre islas en términos de crecimiento económico, empleo y desarrollo regional, lo que subraya la necesidad de implementar políticas públicas diferenciadas que respondan a las particularidades de cada territorio. Elenvejecimiento poblacional y la baja natalidad plantean un reto demográfico crucial para el mantenimiento de los servicios sociales a largo plazo.
Ante estos retos, surgen una serie de soluciones estratégicas. Entre ellas, se destaca la necesidad de diversificar la economía impulsando sectores como la tecnología, la agricultura sostenible y la economía verde, para reducir la dependencia del turismo. De igual forma, se debe fomentar la innovación y el emprendimiento, simplificando los trámites administrativos y facilitando el acceso a financiamiento para nuevas iniciativas, creando un entorno favorable.
Sumado a ello, se recomienda invertir en infraestructura con el fin de mejorar el transporte, las comunicaciones y los servicios públicos, fortaleciendo así la competitividad de las islas y atrayendo inversiones. Por otro lado, se subraya la importancia de impulsar programas de formación y capacitación laboral adaptados a las demandas del mercado, incentivando la empleabilidad en sectores emergentes y mejorando la calidad del empleo.
Todo ello debe complementarse con la creación de prácticas sostenibles en el sector turístico para proteger los recursos naturales y garantizar un equilibrio entre el desarrollo turístico y la calidad de vida de los residentes.
Si bien los retos son significativos, Canarias tiene el potencial y los recursos necesarios para superarlos, pero solo mediante políticas adaptadas a cada isla y sostenibles podrá garantizar un crecimiento sólido que asegure el bienestar y la prosperidad a largo plazo.
