Covalle se sitúa a la vanguardia de la comercialización de aguacates y plátanos. Las cooperativas agrarias han tenido históricamente un papel sobre todo comercial, como proveedoras de suministros para los agricultores y como canal de comercialización para dar salida a sus producciones, pero la complejidad técnica y las mayores exigencias de cualificación del trabajo en el campo, así como el incremento del coste de los equipos, están ampliando el catálogo de necesidades de muchos de sus socios. En este sentido, desde Covalle aportan a sus asociados la mejor tecnología del mercado.
Sí. No obstante, desgraciadamente Covalle perdió sus modernas instalaciones construidas en 2010 y ubicadas en Todoque, unas instalaciones modernas y a la altura de las demandas del mercado. Ahora mismo podríamos decir que estamos comenzando de cero.
¿Cómo están siendo estos nuevos inicios? ¿Han recibido algún tipo de ayuda para solventar las pérdidas efectuadas?
Sinceramente, la administración no estaba preparada para acarrear con las con- secuencias y los efectos del volcán. Todo lo que se ha dado ha sido de cara a solventar la emergencia, dado que no teníamos una Ley de Volcanes, que creemos que es vital para los próximos volcanes que azoten al archipiélago.
A nosotros nos ha tocado vivir esta situación, que ha supuesto un daño colateral sin precedentes y, por tanto, tenemos que acomodarnos a esas ayudas de emergencia que dieron en su día.
Por su parte, gracias al seguro obligatorio pudimos cobrar la indemnización por las instalaciones, pero a día de hoy, dado el coste de los materiales, prevemos tener un déficit de un 50% en el presupuesto para ejecutar la nueva obra.
¿Han planificado dónde se va a ejecutar esta nueva obra?
Sí. Hemos pedido la licencia de rotulación del terreno donde estaba situada anteriormente la Cooperativa. Utilizaremos un terreno anexo a las antiguas instalaciones que comprende 30.000 m2, de los cuales más de 4.000 m2 han quedado inaccesibles.
Las expectativas que tenemos al respecto son de construir una nueva nave igual o mejor a la que ya teníamos, puesto que tenemos que adaptarnos a los cambios tecnológicos que demanda el mercado y la automatización en el proceso de comercialización es clave en los tiempos que corren.
¿Cuál es vuestra capacidad de producción anual?
Hemos perdido un 25% de la producción. Estábamos en torno a 7,5 millones de kilogramos de plátanos y ahora estamos en torno a los 5 millones de kilogramos.
Concretamente, ¿en qué situación se encuentra el cultivo del plátano en la Isla de La Palma?
La Isla de La Palma exportaba 130 millones de kilogramos de plátano a la península y en una menor proporción a terceros países. Este año exportaremos unos 115 millones de kilogramos. No podemos recuperar los 15 millones de kilogramos restantes, porque esa parte del cultivo quedó sepultado bajo la lava.
¿Y qué nos puede decir del aguacate?
El cultivo del aguacate es muy irregular. La Palma ha asistido a problemas con este cultivo por temporales, olas de calor e incendios que han tenido lugar. Consecuentemente, hemos visto mermadas nuestras producciones de aguacate, lo cual se ha traducido en un incremento de precios en el mercado.
Herederos de una tradición agrícola centenaria, han reforzado la posición comercial de sus productos.
Sí. No obstante, hemos fallado en la planificación comercial del plátano, porque estamos muy divididos a la hora de llegar al mercado.
Deberían existir alianzas comerciales dentro de Canarias para poder controlar la oferta y la demanda. Esta es una asignatura pendiente que tiene el sector y actualmente estamos atravesando una crisis muy grave debido a los bajos precios.
No podemos olvidar que todos los costes han subido, incluida la mano de obra tras las
reformas laborales que se han hecho. Todo esto ha derivado en que los gastos nos estén asfixiando.
¿Qué peticiones realizan desde Covalle al sector?
Yo puedo decir que estamos orgullosos de tener un sector tan fuerte. De hecho, los datos lo avalan por la cantidad de kilos que estamos vendiendo, hemos pasado de 380.000 a 450.000 toneladas vendidas en el mercado peninsular. Desde Covalle abogamos por la unificación del sector en el mercado y la planificación de estrategias conjuntas. Cuestión que años atrás no había hecho falta, porque el mercado había sido generoso con los productores, pero tenemos que adaptarnos a los tiempos y desde Covalle proponemos a nuestros compañeros productores de otras entidades que vayamos de la mano, creando un proyecto común con ofertas comunes y buscando alternativas que solventen los problemas.
