¿Cómo se presenta este año la vendimia en la zona de Tacoronte? ¿Esperan una buena calidad de uva?
La Vendimia 2023 se ha caracterizado por ser la vendimia más temprana en la Comarca de Tacoronte Acentejo desde que se creó. Y particularmente en Presas Ocampo la primera entrada de uva fue el 3 de agosto, siendo la vendimia más temprana de la historia de la bodega, superando en 11 días la anterior vendimia más temprana que había sido el 14 de agosto de 2020. Ya nos esperábamos un adelanto de 8 a 10 días respecto al año 2022 (que se inició el 17 de agosto), por la integral térmica (suma de grados / día) que se estaba registrando este año, pero no se esperaba un adelanto tan importante.
Sin embargo, este adelanto ha sido acompañado de una gran sanidad, los agricultores que han cuidado su viñas, tenían la uva sumamente sana, gracias a la ausencia de lloviznas en los meses de junio y julio, que habitualmente son meses “llorones” en la zona.
Gracias al intenso trabajo de campo que hacemos en la bodega, haciendo controles de maduración semanales, se ha logrado recolectar la mayoría de la uva con un buen equilibrio entre el grado de alcohol y la acidez, que es el equilibrio que va a marcar la evolución del vino.
Una dificultad extra, que también caracterizó la vendimia, fue el lamentable incendio forestal que, si en la Comarca de Tacoronte de Acentejo no se vieron viñedos afectados por el mismo, sí dificultó que la vendimia se realizara durante los días de avance del fuego, por precaución y por los gases y durante los trabajos de extinción. Lo que concentró los días de vendimia y originó una concentración de vendimias en pocos días con problemas para los agricultores para encontrar mano de obra. Aún hoy día en muchas zonas rurales se siguen practicando las ayudas (los familiares y amigos se ayudan de forma mutua en las vendimias) y si todos vendimian en la misma fecha no se pueden ayudar de forma mutua.
¿Cuáles son las variedades que están teniendo mayor éxito?
Las elaboraciones que están teniendo una mayor repercusión en el mercado son los varietales canarios, sobre todo los vinos blancos: Listán Blanco, Marmajuelo, Albillo criollo, las Malvasías, Baboso Blanco y un largo etc.
¿Están cambiando los gustos que giran en torno al consumo del vino?
Ahora hay un “boom” en el consumo de vino blanco, lo que dificulta mucho en una Comarca tradicionalmente de tintos, conseguir suficiente materia prima que nos permita llegar a mantener las referencias en el mercado hasta que salga la siguiente añada.
Respecto a los vinos tintos, hoy día se prefieren vinos más jóvenes y con más fruta, que tengan un menor grado alcohólico.
¿Cuáles son los canales comerciales con los que trabajan? ¿Dónde se venden mayoritariamente vuestros vinos?
Estamos presentes en el canal Alimentación, tanto tradicional como en el canal moderno de distribución, así como en el canal Horeca.
Por otro lado, estamos desde el pasado año desarrollando una nueva gama de vinos destinados a expandir la presencia de la bodega en mercados nacional e internacional.
Uno de los problemas que sostiene el sector primario es la falta de profesionales jóvenes y cualificados. ¿Se introducirse en el sector vitivinícola o siguen acarreando con dicha cuestión?
Este sigue siendo uno de los talones de quiles del sector, salvo municipios como La Victoria de Acentejo, en el que sí se observan a muchos jóvenes que han cogido el relevo generacional del viñedo, en el resto de municipios de la Comarca, los agricultores son las personas mayores de siempre.
En tu opinión, ¿es necesaria una mayor y mejor formación de las personas que se dedican al sector del vino?
Lo primero que habría que plantearse es en la realidad de los costes de cultivo de uva en la Comarca y establecer unos precios para la uva que sean atractivos para atraer a los jóvenes al campo. Si les aseguramos una renta atractiva, entonces tendremos a personas dispuestas a formarse y mantener el sector. Pero si los jóvenes perciben que la uva sólo tiene buen precio los años de baja producción (que al tener una baja producción por mucho que suba el precio no compensa los costes) y que los años de buena cosecha el precio se desploma, por mucho que se oferte formación no tendremos nuevos viticultores.
Por otra parte, numerosas son las tecnologías que se integran en nuestro día a día para facilitarnos determinadas labores. ¿Cómo se aplica la tecnología y la innovación a un sector tradicional como el vitivinícola?
Hoy día la tecnología presta un gran avance y ayuda en la toma de decisiones. Desde las estaciones agrometeorológicas, que nos dan aviso de las necesidades de riego (muy importante en muchos viñedos, debido a la concentración de las lluvias, o ausencia de las mismas) y del riesgo de aparición de enfermedades criptogámicas, para aplicar los tratamientos fitosanitarios sólo cuando son necesarios. Los programadores de riego, que se pueden poner en marcha con un mensaje de móvil o por internet, no siendo necesario desplazarse a la finca para regar en caso de ola de calor, o regar por las noches para disminuir la evaporación.
Otro adelanto que revolucionará el sector, no muy lejano, será la posibilidad de aplicar tratamientos fitosanitarios con Drones, lo que permitirá realizarlo de forma dirigida sólo en aquellas plantas de la parcela que tengan problemas (habiendo sido georreferencias) o en general a toda la parcela, suponiendo una menor peligrosidad para los trabajadores, al disminuir el tiempo de contacto entre el personal y los productos fitosanitarios.
