Pacientes con necesidades urgentes de ingreso hospitalario son enviados a estos centros de atención primaria, donde deben esperar de 10 a 12 horas para ser trasladados al HUC. Una espera que resulta inasumible y que puede poner en riesgo la vida del paciente, ya que los centros de atención primaria disponen de equipos médicos y enfermeros preparados para tratar casos que requieren atención médica urgente pero no ingreso hospitalario.
A modo de ejemplo, el SNU de San Benito, en La laguna, un paciente ha tenido que esperar en sus instalaciones al menos 28 horas para ser derivado. Otros enfermos se ven también obligados a pasar horas allí. Pacientes que, por la gravedad de sus dolencias, deberían ser atendidos de forma inmediata en el hospital, pudiendo tener esto graves consecuencias sobre la vida de los usuarios. Las ambulancias quedan bloqueadas en cola a las puertas del HUC, al estar esté completamente saturado, a la espera de que el paciente quede ingresado.
La elevada presión que está sufriendo desde el fin de semana el centro de urgencias de San Benito es inadmisible, dado que el centro no está preparado para que pacientes con necesidades urgentes de ingreso hospitalario queden olvidados allí hasta que haya ambulancias disponibles para proceder al traslado. Los SNU no cuentan con los recursos necesarios para ofertar una atención adecuada a casos de mayor gravedad. No disponen de personal auxiliar de enfermería o alimentos para los pacientes. Los trabajadores se ven cada día en la obligación de improvisar soluciones que no resuelven el problema de fondo.
Los alarmantes picos de la demanda de atención en las urgencias sanitarias tienen consecuencias terribles para la población. La falta de medidas efectivas para abordar este problema se traducen en un riesgo inaceptable para la vida de los ciudadanos, que se ven obligados a tener que esperar a que una ambulancia les traslade al centro hospitalario, mientras lo único que pueden hacer los profesionales del centro de atención primaria es insistir al SUC para que se realice el traslado lo antes posible.
La Administración debe tomar medidas urgentes para aliviar la presión sobre el HUC. Ante una situación en la que la vida de los pacientes puede correr peligro, es inaceptable que la respuesta por parte de quienes pueden ponerle solución sea la inacción. Se está jugando con la salud y la seguridad de la población por no proporcionar más recursos a un sistema que no da abasto. Es necesario que se pongan todos los medios para garantizar una atención digna y efectiva para todos los pacientes.
