En el ámbito de la marca personal, no todos los profesionales tienen la misma formación, ética y competencia. Existen personas que, sin una base sólida o una metodología eficaz, prometen resultados extraordinarios, aunque en realidad son «vendedores de humo». Este tipo de práctica no solo puede llevar a la frustración del cliente, sino que también afecta la percepción de la marca personal como un camino profesional serio.
En este artículo, te dejo algunos ejemplos de cómo estos «vendedores de humo» pueden impactar negativamente en el desarrollo de la marca personal:
– Desprestigio: La falta de compromiso o la baja calidad de los servicios pueden dañar la reputación del sector. Cuando alguien promete un aumento de seguidores sin analizar si son reales o relevantes para el cliente, se crea una percepción negativa de la marca personal, afectando a quienes, de manera ética y profesional, desarrollan esta actividad.
– Desconfianza: Si los «vendedores de humo» exageran sus logros o manipulan la información para vender sus servicios, los clientes que se sienten engañados pierden confianza en el valor de la marca personal. Esto ocurre, por ejemplo, cuando alguien promete resultados rápidos en posicionamiento sin tener en cuenta el perfil, la audiencia o los objetivos específicos del cliente.
– Desinformación: La falta de información precisa puede llevar a que los clientes no comprendan bien qué implica construir una marca personal sólida. Cuando se presentan conceptos simplificados, como que la marca personal es simplemente una «presencia en redes», se omite el proceso profundo de autoconocimiento, estrategia y diferenciación que conlleva.
– Desmotivación: La carencia de un seguimiento adecuado y de feedback constructivo puede hacer que los clientes pierdan el interés en su proyecto. Por ejemplo, un cliente que inicia su marca personal y no recibe orientación sobre cómo evaluar su progreso puede sentir que su esfuerzo es en vano y desmotivarse.
– Desprofesionalización: La ausencia de formación específica y experiencia comprobable puede generar una percepción de amateurismo en el campo. Personas sin el conocimiento adecuado pueden ofrecer servicios de asesoría sin ser realmente expertos, lo que afecta la visión de la marca personal como una profesión seria y estructurada.
– Desvalorización: Algunos «vendedores de humo» establecen precios muy bajos o promesas sin garantías, generando la percepción de que la marca personal es un servicio de poco valor. Esto no solo daña la valoración del sector, sino que además perjudica a los profesionales que invierten en su formación y ofrecen un valor diferenciado.
– Desorientación: La falta de un plan estratégico o de objetivos claros puede desorientar al cliente, generando incertidumbre sobre qué espera lograr con su marca personal. Sin una visión definida, el cliente puede sentirse perdido, dudando de qué herramientas utilizar o de cómo avanzar en su proyecto.
Estas son algunas de las consecuencias que traen los vendedores de humo para la marca personal como actividad profesional. Por eso, es importante saber identificarlos, evitarlos y denunciarlos. También es importante elegir bien a los profesionales que nos van a ayudar a construir nuestra marca personal, buscando referencias, testimonios o evidencias que avalen su trabajo. Así podremos aprovechar al máximo los beneficios que nos ofrece la marca personal para nuestro crecimiento profesional y personal.
¿Cómo identificar a un vendedor de humo de marca personal?
– Desconfía de las ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad. Si te ofrecen algo muy barato, muy fácil o muy rápido, probablemente sea falso o tenga truco.
– Investiga la reputación y la experiencia del vendedor. Busca referencias, testimonios o evidencias que avalen su trabajo. Comprueba si tiene una formación específica, una certificación reconocida o una trayectoria contrastada en el área que te interesa.
– Analiza el contenido y la forma del mensaje del vendedor. Fíjate si utiliza conceptos claros y precisos o si recurre a términos vagos y ambiguos. Observa si te explica cómo funciona su método o producto o si solo te habla de los beneficios que te va a aportar. Presta atención si te da datos, cifras o ejemplos reales o si solo te muestra testimonios falsos o manipulados.
– Cuestiona las afirmaciones y las garantías del vendedor. Pregúntale por las condiciones, los riesgos y las limitaciones de su oferta. Pídele que te demuestre con hechos lo que te dice con palabras. No te dejes convencer por argumentos de autoridad, de escasez o de urgencia.
– Compara otras opciones y opiniones antes de decidirte. No te quedes con la primera oferta que te llegue ni con la más llamativa. Busca otras alternativas y contrasta sus ventajas e inconvenientes. Consulta a otras personas que hayan probado el servicio o producto que te interesa y valora sus experiencias y resultados.
Estas son algunas pautas para detectar a un vendedor de humo. Espero que te sean útiles y que no caigas en sus trampas. Recuerda que nadie tiene la solución mágica para todo y que lo mejor es confiar en los profesionales honestos y competentes.
