El archipiélago canario enfrenta desafíos únicos debido a su geografía, biodiversidad y vulnerabilidad al cambio climático. La transición hacia un modelo más ecológico no solo busca proteger el entorno natural de las Islas Canarias, sino que también pretende fomentar un desarrollo económico sostenible y resiliente que beneficie a las comunidades locales. En este sentido, ¿cuáles son los pilares fundamentales de la estrategia de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias?
Nuestro objetivo de transición es integral. Debemos de lograr transformar nuestro archipiélago para convertirnos en un territorio adaptado al cambio climático y energéticamente sostenible. Todo ello, sin perder de vista la protección de nuestros espacios naturales y de la rica biodiversidad que acogen nuestras islas.
Por ello, estamos implementando importantes acciones que nos permitan alcanzar esos objetivos. Contamos con una hoja de ruta marcada por el PNIEC, que nos exige una penetración de renovables para el año 2030 del 58%, por lo que trabajamos intensamente en impulsarlas a través de los fondos Next Generation y de acciones como el desarrollo de las Zonas de Aceleración de Renovables, la participación local o el fomento del uso de espacios antropizados para su instalación.
Además, para adaptar nuestro territorio al cambio climático estamos impulsando la creación de refugios climáticos, lo que generará más zonas verdes en las ciudades canarias y nos permitirá desafiar las olas de calor y renaturalizar los espacios urbanos. Un tema que también nos preocupa mucho es la subida del nivel del mar, y ya estamos trabajando en numerosos proyectos de adaptación costera como el que recientemente presentamos en el municipio de Tazacorte, en la isla de La Palma. Los montes son otra de nuestras piezas esenciales, y los protegemos cada vez más a través del desarrollo de nueva legislación, como es la futura Ley de Montes de Canarias, el Plan Forestal y el decreto de Prevención y Extinción de Incendios Forestales. Algo que combinamos con el refuerzo de los Equipos de Intervención y Refuerzo en Incendios Forestales, los EIRIF.
Otro de los pilares de nuestra consejería es la gestión de residuos y la oportunidad de generar una economía circular real en nuestro archipiélago, dando una nueva vida a los materiales y generando riqueza en las islas, por lo que hemos desarrollado un Plan de Acción de Economía Circular 24-26 que engloba más de 20 medidas.
Junto a todo ello, protegemos indirectamente la biodiversidad de nuestras islas, para las que también contamos con importantes proyectos como la elaboración de la Ley de Biodiversidad, la restauración de hábitats, los estudios del medio marino o acciones de divulgación.
Las Islas Canarias son particularmente vulnerables al cambio climático. ¿Qué medidas específicas se están implementando para mitigar sus efectos y adaptar nuestras comunidades y ecosistemas a esta nueva realidad?
Una de las primeras cosas que hicimos al llegar a la consejería fue comenzar a trabajar en la modificación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de Canarias, clave para acelerar la transición hacia un cambio de modelo. Además, entendemos que la principal medida de mitigación frente al cambio climático es la descarbonización de nuestras islas, por lo que le estamos dando un importante impulso a la instalación de energías renovables en las islas.
En el caso de medidas más tangibles, le puedo poner el ejemplo de los proyectos de adaptación costera que hemos puesto en marcha en municipios como Tazacorte o Garachico, o el estudio y desarrollo de refugios climáticos en zonas como Adeje, Santa Cruz de La Palma o Vilaflor, lo que nos permitirá renaturalizar nuestras ciudades y contar con espacios más frescos que reduzcan unos grados las temperaturas.
La transición hacia energías renovables es clave en la lucha contra el cambio climático. ¿Qué proyectos destacados están en marcha para aumentar la capacidad de generación de energía renovable en Canarias y qué obstáculos han encontrado en este proceso?
Canarias cuenta con unos fondos que son clave para avanzar en su transición energética y ecológica, los Next Generation, que para la consejería suponen más de 500 millones de euros que deben destinarse, principalmente, a la transición energética. Cuando llegamos nos encontramos una situación alarmante, con más de 15.000 expedientes sin tramitar y tan solo un 8% de ejecución, por lo que pusimos en marcha un plan de choque que revirtiera esta situación. De esta forma, y gracias a los fondos Next Generation, desde el Gobierno estamos haciendo una apuesta decidida por la instalación de energías renovables en espacios antropizados, lo que nos permitirá generar electricidad aprovechando los espacios que ya cuentan con un uso previo, como las azoteas de los edificios, los parkings o los invernaderos. Asimismo, en las modificaciones de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética incluimos el desarrollo de las Zonas de Aceleración de Renovables (ZAR), que estamos elaborando en coordinación con los cabildos de las diferentes islas y que busca delimitar los espacios prioritarios para el despliegue de las energías limpias en Canarias de forma consensuada. Además, trabajamos para impulsar en el archipiélago el primer parque eólico marino de España, así como para aumentar los sistemas de almacenamiento en las islas, como Chira Soria, algo irrenunciable si queremos alcanzar nuestros objetivos de descarbonización.
En definitiva, trabajamos para alcanzar los objetivos marcados por el PNIEC, un reto complicado, pero para el que estamos poniendo toda la maquinaria de la consejería a funcionar para conseguirlo.
La economía circular es un concepto cada vez más relevante. Recientemente, han presentado el Plan de Acción de Economía Circular para los próximos tres años. ¿Cuáles son los principales objetivos? ¿Qué medidas concretas se implementarán para fomentar la economía circular en las islas?
El Plan de Acción de Economía Circular tiene como principal objetivo que comience a girar esa rueda en Canarias, pues a nuestra llegada a la consejería descubrimos que en la anterior legislatura se perdieron cuatro años en materia de economía circular. Ahora tenemos un texto que huye de las intenciones y es práctico, aplicable y cuenta con una ficha financiera. Un documento que seguiremos como hoja de ruta hasta 2026, compuesto por veinte puntos, que se centra en tres pilares fundamentales, como son reducir los residuos, fomentar la reutilización de materiales y promover el reciclaje. Para ello, una de las principales medidas es la de mejorar la gestión de esos residuos, priorizando además la recogida separada de materia orgánica en todos los municipios e impulsando la inver- sión privada en la industria del reciclaje.
¿Qué papel jugarán los ciudadanos, las empresas y las administraciones públicas en la implementación de este plan?
Las administraciones públicas y las empresas ya han jugado un importante papel en la redacción de este plan, ya que se trata de un documento donde han participado los sectores clave en esta materia. Ahora toca poner la maquinaria a funcionar y seguir animando a estas entidades y al ciudadano de a pie para que comprenda el valor de sus residuos y pueda verlos como una nueva oportunidad para el desarrollo de nuestras islas, y un gesto para su protección.
La participación de la sociedad es esencial en la transición ecológica. ¿Qué mecanismos están en marcha para involucrar a la ciudadanía y a las comunidades locales en la toma de decisiones sobre políticas medioambientales?
La sociedad es una pieza clave de esta transición. Es por ello que desde la consejería queremos hacerlos actores principales de este cambio. Por ejemplo, estamos trabajando, siendo pioneros en España en la creación de un texto que obligará a contar con un 20% de participación local en todos los proyectos de energías renovables que se desarrollen en suelo. Con esta medida involucramos a la sociedad canaria en el nuevo modelo energético de nuestras islas y permitimos que la riqueza de las energías limpias también llegue a sus bolsillos. Algo que hacemos, de igual forma, con los agentes del sector, con los que nos reunimos de manera periódica en las mesas de la energía renovable y de la eólica marina para llevar a cabo un trabajo coordinado con el objetivo de dar un mayor impulso a las energías limpias en el archipiélago. Además, contamos con las Oficinas de Energía y las Oficinas Verdes, unos espacios al servicio del ciudadano, de las empresas y de las instituciones que quieren ser partícipes de esta transición.
La educación ambiental es crucial para fomentar una cultura de sostenibilidad. ¿Qué programas se están desarrollando para educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de la conservación y la sostenibilidad en Canarias?
En la actualidad trabajamos en 37 centros de Canarias con alumnado de 4o y 5o de Educación Primaria y 1o y 2o de Educación Secundaria Obligatoria a través del ‘Proyecto Idafe’, cuya finalidad es la de fortalecer el conocimiento en materia de cambio climático y sensibilizar acerca de su impacto en Canarias, abordando la crisis climática desde una perspectiva participativa y colaborativa, fomentando actitudes y conocimientos relacionados con el desarrollo sostenible y los efectos del cambio climático.
“Una de las principales medidas es la de mejorar la gestión de esos residuos, priorizando
además la recogida separada de materia orgánica en todos los municipios e impulsando la inversión privada en la industria del reciclaje”
¿Qué papel juegan las colaboraciones con organizaciones no gubernamentales, empresas y otras entidades en la implementación de las políticas de transición ecológica en Canarias?
Todos jugamos un papel clave en esta transición, por lo que la implicación del conjunto de los sectores es fundamental para lograr que las políticas puestas en marcha desde el Gobierno den sus frutos. Trabajamos de la mano de organizaciones, empresas e instituciones, y puedo asegurar que cada vez son más los sectores que se implican en esta nueva realidad y en los cambios que se están desarrollando en Canarias para cumplir estas políticas. Ejemplo de ello son las mesas de la energía renovable y de la eólica marina, donde periódicamente nos reunimos para trabajar de manera coordinada en el impulso de estas energías en el archipiélago. Además, las más de 50 reuniones mantenidas previa a la modificación de la ley de Cambio Climático y Transición Energética son otro ejemplo más de nuestra voluntad de diálogo y consenso con todos los sectores.
¿Cómo se mide el éxito de las políticas y proyectos implementados en el ámbito de la transición ecológica? ¿Existen indicadores específicos que se utilicen para evaluar el impacto de estas iniciativas?
Estamos trabajando intensamente en objetivos claros como son los retos marcados por el PNIEC, que buscan alcanzar el 58% de penetración para el año 2030 y es la hoja de ruta que estamos siguiendo para avanzar en esa transición. Pero el éxito se mide proyecto a proyecto, donde cada una de las acciones desarrolladas nos permitirá conocer el impacto positivo que han generado en nuestro territorio.
Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son las metas a corto y largo plazo del Gobierno de Canarias en términos de sostenibilidad y cómo se prevé que estas impacten en la calidad de vida de los ciudadanos canarios?
Partimos de una buena base, como es la aprobación del decreto ley que modificaba la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, y con estos cambios vienen aparejados muchos proyectos.
Entre ellos, trabajamos en la elaboración de las Zonas de Aceleración de Renovables, las ZAR, que estamos elaborando en coordinación con los cabildos de las diferentes islas y que busca delimitar los espacios prioritarios para el despliegue de las energías limpias en Canarias de forma consensuada, para lo que estamos desarrollando una serie de protocolos.
Además, somos pioneros en la elaboración de un decreto que obligará a contar con un 20% de participación local en todos los proyectos de energías renovables que se desarrollen en suelo, una medida que permitirá involucrar al conjunto de la sociedad en esta transición energética, y que busca repartir la riqueza de las energías limpias. Se trata de un texto participado que venimos tiempo trabajando con los agentes implicados y del que ya hemos puesto en marcha varias consultas públicas y esperamos que pueda ser aprobado próximamente.
Por otro lado, en el plano legislativo, estamos desarrollando un importante trabajo para la conservación de los montes de las islas, que incluye la elaboración de la primera Ley Montes de Canarias, el Plan Forestal y el Decreto de Prevención y Extinción de Incendios Forestales. Sin duda, estos son solo algunos ejemplos de acciones que contribuirán a mejorar la calidad de vida de los canarios y a impulsar las energías renovables en nuestra tierra, construyendo un territorio más sostenible y que se adapte a las nuevas circunstancias climáticas.
