Si para que la actividad económica sea posible y encima sea también eficiente se necesitan unas infraestructuras que estén alineadas con el volumen de operaciones que la actividad genera, nosotros en Canarias hemos superado hace tiempo nuestra capacidad en lo que a infraestructuras se refiere y no queda otra que invertir en ellas y ampliarlas por el bien de todos. Dado que la infraestructura económica de una región es simplemente el conjunto de instalaciones y servicios que sustentan la actividad productiva y como nuestra actividad productiva está sostenida sobre todo en el sector servicios, habrá que adaptar en primer lugar las vías de transporte al volumen de personas que las utilizan, ya sean aeropuertos, puertos o carreteras antes de que que colapsen del todo por sobresaturación.
En el mundo de los mayores los problemas no se arreglan solos cual milagro, ni mirando hacia otro lado esperando que los arregle el siguiente que llegue al Gobierno o Consejería de turno y ya es hora de que se tomen en serio el poner soluciones a las colas en los aeropuertos para entrar a través del control de pasaportes de ciudadanos de fuera de la UE, en donde el mayor mercado en número de turistas (nos referimos a ciudadanos de UK) aguantan resignadamente colas de horas, para a continuación repetir larga espera de nuevo en las cintas de maletas y tras todo esto esperar otra vez estoicamente los buses que los trasladen a los ansiados hoteles, dado que nuestras carreteras se encuentran en un colapso sin fin que retrasa la llegada, salida y regreso de nuevo de los vehículos de las compañías de transporte turístico con el impacto negativo sobre la percepción que de nuestro destino tienen muchos turistas, que podrían en el futuro no querer repetir con tal de ahorrarse este calvario de colas, esperas y frustración, dicho sea de paso que no deberíamos utilizar toda esta situación para caer en el desánimo y bajar los brazos si no para utilizarla de motivación y palanca para ponerle solución de una vez por todas.
Esto sería por el lado del transporte y la movilidad, pero hay mucho más que mejorar en lo que a infraestructuras se refiere, ya que energía, telecomunicaciones, sanidad…etc., también están superadas en muchos casos de manera alarmante y tanto lo anterior como estas últimas áreas afectan tanto a turistas como a residentes que hacen posible que la actividad productiva sea posible y por ello que nuestra tierra crezca y genere bienestar, y para que esto sea sostenible y posible a lo largo del tiempo el indicador económico a utilizar es la «Brecha de Infraestructura» que no es otra cosa que la diferencia entre la infraestructura requerida y la infraestructura económica actual, pero la verdad, seamos honestos, no hace falta ser un experto para intuir que el resultado de la operación sale en negativo.
Imaginamos que nuestras autoridades públicas y técnicos tendrán en cuenta esta variable e imaginamos también que obtener la inversión para estas infraestructuras, realizar y gestionar los planes sobre los que se desarrollan y ponerlos en marcha y finalizarlos se requiere de tiempo, pero desde el histórico año 2019 en lo que a llegada de turistas se refiere ya hemos visto varias Islas Canarias colapsadas y poca ampliación y mejora de todas las obras necesarias para revertir esta tediosa situación.
Visto solamente desde la perspectiva económico-privada, nuestro producto turístico es de alta calidad: gastronomía, atractivos paisajísticos y naturales, alojamientos turísticos, oferta complementaria como excursiones o nuestras compañías de transporte son ejemplo y punta de lanza de la industria turística a nivel mundial, pero necesitamos que desde el lado de lo público todos los servicios que recaen bajo su responsabilidad vayan alineados con la capacidad y calidad que el lado privado ha desarrollado, o esta descompensación entre ambas esferas continuará dañando nuestra imagen como destino y no lo duden; esta circunstancia será aprovechada por nuestros competidores para «barrer para su casa».
El tiempo apremia, nuestra economía depende de ello, la calidad de vida de residentes así como el disfrute de las vacaciones de nuestros clientes también, por lo que como ciudadanos reclamemos a nuestros gobernantes que el resultado de calcular nuestra Brecha de Infraestructura sea lo antes posible positivo.