El grupo EOMAR ha liderado una investigación, en la que han participado tres institutos universitarios de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que demuestra, por vez primera, que la ingestión de microplásticos “reales” transfieren contaminantes químicos persistentes como pesticidas, policlorobifenilos y retardantes de llama bromados al tejido de los peces
La prestigiosa revista científica Science of The Total Environment, de la editorial Elsevier, acaba de publicar un artículo liderado por el Instituto Universitario de Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (IU-ECOAQUA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) que constata, por vez primera, cómo la ingestión de microplásticos produce bioacumulación de contaminantes químicos en los tejidos de los peces.
El análisis parte de investigaciones previas del grupo de Ecofisiología de Organismos Marinos (EOMAR) en aguas de Las Canteras, donde en las zonas de máxima acumulación de basura marina se encontraron un 10% de microplásticos en las muestras de zooplancton, algo que indicaría que un animal que se alimenta de plancton podría también estar ingiriendo esa misma proporción de plástico.
Con el objetivo de determinar qué efecto podría tener la ingestión de un 10% de plástico con el alimento, y a su vez, el efecto de los contaminantes químicos asociados, un grupo de científicos de tres institutos universitarios de la ULPGC sometió a diversos ejemplares de lubinas durante dos meses a distintos tratamientos experimentales en condiciones controladas en las instalaciones del Instituto Universitario ECOAQUA en Taliarte.
Por parte del grupo EOMAR del IU-ECOAQUA participaron en el estudio los investigadores Alicia Herrera, Ico Martínez, Jorge Rapp, Stefanie Reinold y May Gómez, y también Daniel Montero, del Grupo de Investigación en Acuicultura (GIA) del mismo centro universitario. El Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias (iUIBS) participó a través de sus investigadores Octavio Pérez-Luzardo y Andrea Acosta-Dacal; mientras que el Instituto de Estudios Ambientales y Recursos Naturales (iUNAT) hizo lo propio con la investigadora Sarah Montesdeoca.
Los peces estudiados estuvieron sometidos a tres tratamientos alimenticios diferentes, con una dieta basada en: pienso sin microplásticos; pienso más un 10% de microplásticos comerciales sin contaminantes químicos, y pienso más un 10% de microplásticos “reales” colectados del medio. Al finalizar el periodo de investigación hubo resultados concluyentes de la presencia en el hígado de los ejemplares tratados con la tercera dieta de distintos contaminantes provenientes de los microplásticos.
En concreto, los retardantes de llama bromados (BDEs) que se usan como aditivos en los plásticos se encontraron presentes en concentraciones cercanas a los 10 ng/g. Por otra parte, otros contaminantes químicos que son ubicuos en el ambiente como los derivados del dicloro difenil tricloroetano (DDT) y como los policlorobifenilos (PCBs), también se encontraron en concentraciones mucho mayores en los peces alimentados con pienso y microplásticos “reales”, por lo tanto, la ingestión de microplásticos incrementa la exposición a estos contaminantes que se suma a la proveniente del agua circundante y del alimento.
Estos resultados ponen de manifiesto el evidente peligro de la contaminación marina por microplásticos, y su transferencia a la cadena trófica. Esto sumado al vertido de contaminantes químicos al mar, convierten a esta problemática en uno de los mayores retos medioambientales a los que se enfrentará la humanidad en un futuro.
“Es necesario continuar con investigaciones para determinar tanto los efectos físicos de la ingestión de plásticos en peces, como los efectos a largo plazo de la transferencia de contaminantes químicos a los organismos. También es importante llevar a cabo estudios a largo plazo para poder determinar los efectos de la exposición crónica de los peces a los microplásticos”, asegura Alicia Herrera Ulibarri, investigadora principal del proyecto.
El imparable aumento en la producción de plástico y el mal manejo que se hace en la actualidad de los residuos, provoca que la contaminación por plástico en el mar aumente cada año, siendo un problema tan urgente que las políticas medioambientales aplicadas están siendo totalmente ineficientes.