Es recurrente que desde instancias públicas relacionadas con el turismo se inste a cambiar el modelo, de forma que abandonemos el sol y playa de volumen y bajo gasto en destino. Perfecto, si así fuera y desde todas las ópticas que lo miremos sería deseable y positivo. Pero seamos realistas y analicemos los hechos de la manera más objetiva posible.
En primer lugar, ¿es toda la planta alojativa la idónea para este segmento medio-alto y alto?, la respuesta es no y lo sabemos. Es más, diría que a pesar de la excelencia de nuestro sector turístico en Canarias, sería la mitad de la planta alojativa (grosso modo) la preparada para alojar a este tipo de cliente. ¿Qué haríamos con apartamentos y hoteles de volumen y bajo precio medio?, porque estos representan un alto número de camas turísticas y generan muchísimo empleo, pues mantenerlos y continuar siendo también un buen destino para capas medias y medio-bajas.
En segundo lugar, la categorización de los establecimientos está orientada precisamente para ello, el que quiera y pueda pagarse un 5
estrellas GL pues que lo haga, y lo mismo con el usuario de un 3 estre- llas. La lógica a aplicar es la misma que la del Rolex y el Casio, y puede convivir su venta en el mismo centro comercial, pues igual con nuestro sector pero por supuesto adaptando los servicios y sus costes a la catego- ría de cada establecimiento.
En tercer lugar, es normal y de- seable tanto desde la visión de la aerolínea, del alojamiento turístico como de toda la oferta complemen- taria e incluso desde la sostenibi- lidad del negocio y del territorio y los recursos que se consumen, que el turista que nos visitase fuese de alto y altísimo poder adquisitivo en algunos casos, aunque el volumen de pernoctaciones fuese menor, si esto redundase en un mayor gasto en des- tino y en un aumento de los tickets medios, pero porque no van a seguir conviviendo en una misma isla tanto el turista de volumen y gasto medio menor como el de 5 estrellas.
Eso sí, cuanto más tengamos de lo segundo y menos de lo primero mejor, cuanta más alta gama, más valor añadido, excelencia y cuidado del negocio, del entorno y hasta de la isla en su conjunto. Pero para ello habrá que diversificar la oferta aún más y potenciar por ejemplo actividades gastronómicas top, más festivales de música en los auditorios de cada isla, más shopping de gama alta, actividades en la naturaleza o combinados de todo ello.
Es normal que el sol y playa sean nuestro sostén principal como destino turístico, dadas las bondades de nuestro clima y la belleza de nuestras playas, pero nuestro territorio ofrece muchas oportunidades que pueden y deben ser más explotadas de lo que han sido hasta ahora, porque las tenemos y nuestra variedad territorial y climática lo pone fácil.
Para ello, el turismo de Congresos puede tener más presencia en nuestro archipiélago, el turismo de naturaleza está claramente infrautilizado así como el activo-deportivo, shopping, restaurantes de alta gama y de nuevo la colaboración público-privada para promoción y comunicación en origen harán que estos anhelos puedan ser colmados en el corto plazo.
Una vez más, el término medio y no pretender aplicar absolutos de blanco o negro, son los mejores consejeros en cuestiones económicas que hagan crecer y lleven a Canarias a un crecimiento en excelencia e inversión.
