“Estamos trabajando en construcción industrializada a través de sistemas constructivos más rápidos, más sostenibles y que no quitan ni un ápice de calidad”
Íkaro Construcción lleva a sus espaldas más de 10 años de experiencia en el sector de la construcción. ¿De qué manera está cambiando la manera de construir en nuestro archipiélago? Pues parece que términos como sostenibilidad y eficiencia energética también han calado en sectores como en el que usted opera.
Afortunadamente esto es así, aunque no a la velocidad que deberíamos haberlo implementado con respecto a otros sectores donde la sostenibilidad y la eficiencia energética son una obligación. En la construcción estamos avanzando un poco más despacio, pero afortunadamente sí que está empezando a calar ese mensaje.
Hecho relevante que avala lo que estoy comentando son los fondos Next Generation dedicados a la rehabilitación energética de edificios. Con esto no solo se pone en valor el edificio, sino que, además, las intervenciones se realizan para que los edificios consuman mucho menos energía primaria de fuentes no renovables y que aumente la energía consumida de fuentes renovables.
¿Cómo se define la construcción sostenible y eficiente?
La construcción sostenible y eficiente es el futuro al que estamos abocados a llegar. La construcción, como el resto de los sectores, tiene que reinventarse para ser más amable con el medio ambiente, porque no podemos seguir emitiendo gases de efecto invernadero y quemando combustibles fósiles. Para ello cada uno de los sectores debe hacer un esfuerzo y la construcción no va a ser una excepción.
Una construcción sostenible es aquella que, además de primar el confort y la habitabilidad de las personas que van a vivir en el edificio, consume menos energía, tanto en su construcción como luego en su mantenimiento.
Además, encontramos como cada vez son más los clientes que demandan una vivienda más sostenible.
Lo demandan, sin embargo, todavía no es algo mayoritario, puesto que las construcciones sostenibles no son precisamente más económicas que una construcción tradicional. No es que sea un aumento de costes muy superior a una construcción tradicional, pero sí supone un coste un tanto más elevado, por ello existen ayudas a la rehabilitación energética e instalación de placas fotovoltaicas, entre otras.
Si atendemos a los problemas del parque inmobiliario, encontramos el envejecimiento del mismo, ¿se está apostando en Canarias por la rehabilitación de las viviendas, adaptándolas a los nuevos tiempos que corren?
Se está empezando tarde, pero sí que se está empezando a apostar por ello. En Canarias tenemos un terreno limitado, somos islas, tenemos afortunadamente parques naturales y espacios destinados a la naturaleza que deben seguir siendo así, lo cual limita aún más nuestro espacio de construcción. Hay terreno para edificar y se debe edificar en consecuencia y de manera sostenible, pero hay mucho parque móvil envejecido cuyos costes de mantenimiento energético son muy elevados. Es cierto que esta conciencia de rehabilitar edificios ya existentes dentro de las ciudades o pueblos está empezando a calar tanto en la sociedad como en la administración, donde hay herramientas para que esto se produzca.
Desde Íkaro Construcción, ¿cómo perciben la situación actual del sector de la construcción?
La verdad es que es una situación inestable. Sabemos que la inversión en una vivienda es la inversión más grande que realiza una persona en su vida, así como la más importante. Por ende, estamos en un momento en el que no nos ha afectado la crisis, pero el clima es inestable dentro del sector. Estamos viendo mayor competencia para cada proyecto y ajustes de precios con respecto a la inflación, que no se corresponden con la misma. Es decir, el precio de la construcción ha subido como todo en estos últimos tres años, pero no de acuerdo con el porcentaje inflacionario que ha penetrado en los sectores, por lo que estamos ajustando mucho los precios, dado el clima de incertidumbre y porque nosotros, como todas las constructoras, nos queremos asegurar el futuro.
¿Cuáles serán vuestras líneas de trabajo para los años venideros?
Nosotros apostamos fuertemente por la rehabilitación energética y la rehabilitación y reforma integral de viviendas y edificios ya existentes, puesto que somos conscientes del espacio limitado con el que contamos y que es una realidad.
Y luego, estamos trabajando en construcción industrializada a través de sistemas constructivos más rápidos, más sostenibles y que no quitan ni un ápice de calidad con respecto a una construcción tradicional. La idea es que deje de ser novedad lo que hasta ahora lo es y que se convierta en una realidad y una alternativa más que viable y, por supuesto, elegida mayoritariamente por el resto de los promotores y personas que quieran construir su vivienda.
