Las recientes manifestaciones en Canarias han puesto de manifiesto un malestar social que, si bien algunos asocian directamente con el turismo, esconde raíces más profundas. Los problemas que aquejan a las islas son multifactoriales y abarcan una amplia gama de aspectos.
Infraestructuras obsoletas y congestión
Un punto álgido es el estado de las in- fraestructuras, especialmente las carreteras. Muchas de ellas, con 45 años a sus espaldas, no están diseñadas para soportar el aumento de la población, lo que genera congestiones y atascos que lastran la calidad de vida de los residentes.
Vivienda asequible: un bien escaso
A esto se suma la acuciante falta de vivienda asequible. La población de Canarias ha crecido de forma constante en las últimas décadas por su propia evolución natural. Sin embargo, la construcción de nuevas viviendas no ha seguido el mismo ritmo, lo que ha generado una escasez de oferta.
La promoción de viviendas oficiales para personas desfavorecidas ha disminuido, a la par que la oferta privada. A lo que se suma la excesiva normativa urbanística y escasez por tanto de suelo edificable, la cual agrava la situación, disparando los precios de los alquileres.
El turismo, un pilar fundamental para la economía local
Cabe indicar que la superficie dedicada al turismo en Canarias representa entorno al 4% del territorio total. Una cifra que no parece indicar una problemática de ocupación excesiva del suelo.
Además, no podemos negar el papel crucial que ha desempeñado el turismo en el desarrollo económico y social de las Islas Canarias. Antes de la llegada del turismo, la economía local dependía en gran medida de unas pocas empresas industriales (hoy prácticamente extinguidas) y de una agricultura y la pesca, que en la mayor parte eran de subsistencia, siendo además sectores con niveles de renta más bajos. La actividad turística ha generado dinamismo económico y creado numerosos puestos de trabajo, beneficiando a la población canaria en general no solo al sector hotelero sino a toda una cadena de actividades empresariales dependientes. La mayoría de los habitantes dependemos de este sector, ya sea de forma directa (trabajando en hoteles, restaurantes, actividades de ocio, etc.) o indirecta (en sectores como la industria, la construcción, el transporte o la agricultura que abastecen al turismo).
Impacto del turismo en los supermercados
El turismo tiene un impacto significativo en los supermercados de las islas. Durante la pandemia, el cierre de hoteles y la restricción de viajes generaron un desplome entre otros de la demanda de productos alimenticios, lo que afectó considerablemente a este sector.
Sin embargo, en condiciones normales, el turismo representa un factor importante para los supermercados. Los turistas generan un consumo adicional de manera individual, sumado al de los residentes, a la vez que de manera colectiva en la que muchos supermercados suministran alimentos a los hoteles.
Colaboración para el desarrollo local
Los supermercados de Canarias no solo benefician al turismo facilitando al turista el consumo de productos, sino que también contribuyen activamente al desarrollo de la agricultura y la industria local. Promueven la venta de productos frescos y elaborados de las islas, tanto en sus tiendas ubicadas en zonas urbanas como en las turísticas.
Esta colaboración entre supermercados y productores locales no solo beneficia la economía local, sino que también permite a los turistas conocer y degustar la gastronomía canaria. En este sentido, la colaboración y el desarrollo de sinergias entre ambos sectores resultan fundamentales para el éxito mutuo y el impulso de la economía local.
Una visión compartida: el bienestar del visitante
Tanto el sector turístico como el de los supermercados comparten un objetivo común: ofrecer a los visitantes la mejor experiencia posible durante su estancia en las islas. Los turistas buscan no solo un alojamiento confortable y actividades atractivas, sino también una amplia variedad de opciones gastronómicas que les permitan disfrutar de la cultura y los sabores locales. Por su parte, los supermercados, como puntos de venta esenciales para la población local y los turistas, juegan un papel crucial en la provisión de alimentos frescos, productos de calidad y experiencias de compra agradables.
