¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta actualmente el sector agrícola en La Palma, especialmente en lo que respecta a la producción de plátanos?
La crisis en la producción de plátano es evidente: sobreproducción, bajos precios y las pérdidas por la erupción volcánica. Esta situación nos obliga a actuar de manera urgente. Es necesario que el sector, en conjunto con los demás sectores canarios, busque nuevas estrategias para garantizar la sostenibilidad del cultivo y mejorar la rentabilidad de los productores.
¿Cómo afecta la situación de vender por debajo de los costes de producción durante aproximadamente 15 meses a los agricultores plataneros en la isla?
El año 2023 fue desastroso, y gran parte de 2024 también lo fue hasta avanzado el verano. Esta situación, marcada por una fuerte distorsión del mercado, ha llevado a que algunos productores hayan acumulado grandes volúmenes de producción. Prevemos que esta situación se agudice en el próximo año, ya que los productores, ante la incertidumbre sobre los meses de mayor demanda, tenderán a producir de manera continua. Esta estrategia, a nuestro juicio, es errónea. Deberíamos ajustar las producciones a las características de cada zona y a la demanda real del mercado. La primera zona, por ejemplo, suele tener mejores precios, pero es fundamental garantizar que todas las zonas tengan una producción adecuada a su potencial. De lo contrario, seguiremos enfrentándonos a situaciones de sobreproducción, como la ocurrida en el pasado agosto, donde la oferta superó ampliamente la demanda, provocando una caída drástica de los precios.
Debemos priorizar una producción ajustada a las características de cada zona, lo cual beneficiará a todo el sector. El cultivo del plátano es una actividad interconectada, donde el éxito de unos repercute en el de todos. La solidaridad y la coordinación son fundamentales.
Respecto a la cuota de 65.000 kilos, considero que no debemos perjudicar a aquellos productores que superan ligeramente este límite. Asimismo, en cuanto al uso del histórico para calcular las ayudas, avanzar un año más podría perjudicar a pequeños agricultores, especialmente en zonas menos favorecidas. Es necesario un diálogo constructivo entre todos los actores del sector para encontrar soluciones consensuadas. Debemos aprender de las buenas prácticas y trabajar juntos para mejorar.
En este sentido, es fundamental la colaboración de las administraciones públicas. ¿Han podido establecer un diálogo con las entidades gubernamentales competentes?
Las ayudas existentes son un punto de partida, pero debemos seguir trabajando en la definición de la ayuda al plátano para 2027, en el marco del POSEI.
Respecto a la reconstrucción de La Palma, es fundamental garantizar que todas las parcelas afectadas reciban el 100% de la ayuda necesaria. A la par, debemos evitar que los cambios en los precios a lo largo del proceso de solicitud afecten negativamente a los agricultores. Y, por supuesto, es necesario establecer claramente las responsabilidades de cada actor involucrado (administración, agricultores) en la reconstrucción, asegurando que los agricultores puedan recuperar el total de las pérdidas sufridas como consecuencia de la erupción volcánica.
¿Cuáles son sus expectativas para finalizar el año 2024?
Esperamos finalizar el año obteniendo los mejores precios posibles para el plátano. Sin embargo, la situación hidrológica de La Palma es extremadamente grave debido a una sequía sin precedentes. La casi completa desecación de la laguna de Barlovento es una prueba de ello. Para afrontar esta crisis, es necesario avanzar en la puesta en marcha de nuevas desaladoras, reactivar pozos y promover la colaboración con el Consejo Insular de Aguas y otras administraciones.
La escasez de agua no solo afecta al cultivo del plátano, sino también a otros sectores como el cereal y el viñedo, que están experimentando una notable disminución de la producción. Es fundamental que se produzcan precipitaciones en los próximos meses para aliviar esta situación crítica.
El futuro se presenta bastante incierto, ¿verdad?
Sí. Será necesario un gran esfuerzo para recuperar la normalidad. El futuro de la agricultura es incierto, pero estamos trabajando para sentar las bases de una agricultura moderna y rentable. Queremos que la agricultura sea una profesión atractiva, ofreciendo salarios dignos a quienes la elijan. Además, buscamos garantizar el abastecimiento local y contribuir al PIB de islas como La Palma.
Cambiando de tercio, respecto al cultivo del aguacate, la plaga de cochinilla representa un grave problema. Las soluciones actuales son insuficientes y generan altos costos. Es urgente que las administraciones tomen medidas para combatir esta plaga, que se ha agravado en los últimos meses debido al aumento de las temperaturas.
Lamentablemente, las soluciones disponibles para enfrentar este desafío son limitadas y, en ocasiones, poco efectivas.
Y el problema es que aún no tenemos soluciones claras para enfrentar este desafío, ¿verdad?
Las soluciones existentes son escasas y requieren un gran esfuerzo por parte del agricultor. Al realizar tratamientos fitosanitarios, los productores deben sopesar cuidadosamente los costos y beneficios, ya que los tratamientos frecuentes pueden resultar económicamente inviables. La plaga de cochinilla en el aguacate está causando daños significativos en las fincas en muy poco tiempo. Aunque sabemos que erradicarla no es fácil, consideramos necesario implementar medidas excepcionales y así se lo plantearemos a las autoridades.
