Desde la perspectiva de su larga trayectoria en el naval, ¿cree que Canarias concede la atención que merece a este sector estratégico?
Es una pregunta ciertamente interesante; ya que, a diferencia de la industria turística, el sector de la reparación naval concentra un alto porcentaje de su actividad solamente en una isla. Dicho esto, la atención de un gobierno de la Comunidad Autónoma para con el sector, se puede ver disminuido por este factor. Lógicamente creemos que siempre se puede hacer esfuerzos adicionales desde las instituciones y no siempre desde la ayuda o subvención. Un ejemplo de ello, y que sí tiene afectación en diversos sectores, es intentar encontrar un sistema de facilidad aduanera que permita mayor agilidad en la recepción de mercancías y repuestos necesarios para la atención a la industria. Son detalles que merman nuestra competitividad.
Zamakona Yards es un gran grupo dedicado principalmente a la reparación y construcción de buques. ¿Siguen siendo los proyectos de alta tecnología la insignia del grupo?
Indudablemente. Hemos tenido que adaptarnos para poder competir con otros mercados en los que los costos son significativamente más bajos como el Sureste Asiático o Turquía. El esfuerzo que realizamos para cumplir estrictamente en plazos, con una altísima calidad en los trabajos y a la vez adaptarnos para con las férreas normativas medioambientales es inmenso.
Ahora mismo mantenemos con orgullo un cliente que precisa de nuestra alta preparación y eficiencia, así como bien dices la aportación de soluciones de alto nivel tecnológico que abandera el grupo. Ahora bien, los otros mercados que he citado también van en proceso de adaptación; y como simplemente dejemos de estar durante poco tiempo en esa continua investigación en mejora de procedimientos, la distancia se hará cada vez más corta.
Cada empleo creado en el sector naval genera 1,5 indirectos, de ahí la importancia capital que la actividad de Zamakona tiene en la economía de sus zonas de influencia. Volcados en ser cada vez más competitivos, ¿cree qué el tejido productivo en torno a Zamakona ha adoptado también este compromiso con la sociedad que le rodea, apostando por mejorar la competitividad de Canarias en el sector?
Como comentábamos en la anterior pregunta, el camino de la calidad es el factor diferencial de nuestro mercado. Para ello también necesitamos que la industria auxiliar se adapte y nos acompañe. Estos están respondiendo muy bien y con dinamismo, aunque a veces echamos de menos unos programas más específicos de ayudas al sector.
No sólo es fundamental la generación de puestos de trabajo directos o indirectos que puede generar la actividad portuaria; es también no menos importante conocer que a mayor volumen de tráfico y mayor capacidad de conexión de tránsito permite abaratar los precios de cualquier bien que luego quede en Canarias. Si somos capaces de atraer más rutas, de mayores tamaños y frecuencias, el beneficio para estas islas será inmediato.
¿Resulta difícil obtener mano de obra cualificada en Canarias?
Mucho. No es un problema sólo de Canarias; sino también en la península, aunque es verdad que es más notable aquí por el hándicap de la fragmentación del territorio y la movilidad. Es un sector que ha estado ciertamente olvidado por años de falta de formación profesional. Debemos hacer un esfuerzo entre todos para atraer a la juventud a unas profesiones que tienen futuro y cada vez más demandadas, y con condiciones atractivas. Es importante hacer sentir a estas nuevas generaciones la sensación de orgullo y pertenencia a la comunidad de la industria portuaria.
Hay diversas profesiones englobadas en este sector muy asimilables a la artesanía; y estas precisan de un conocimiento trasladado de seniors a juniors y que no siempre es sencillo de conseguir ya sea por la poca capacidad docente del operario como por la falta de vocación de los jóvenes en estas actividades. Es aquí donde las administraciones deben hacer un sacrificio mayor y entender que los programas formativos han de ser más dinámicos y con altas dosis de adaptabilidad a las variaciones de lo que son actualmente. No podemos permitirnos que nos encuentren sin estar preparados en esta nueva ola y perder oportunidades que no volverán de nuevo a pasar por aqui
Para concluir, ¿en qué aunara esfuerzos el Grupo Zamakona en los próximos tiempos?
La clave seguirá siendo ser competitivos en un mundo más globalizado. Para ello, debemos optimizar al máximo los recursos, adaptarnos a las nuevas energías y tecnologías; así como digitalizar todos los procesos para ofertar al cliente un producto exclusivo y en el enclave necesario.
Esto último es fundamental para entender el contexto de la perspectiva de crecimiento a futuro de la reparación naval en Canarias. Tenemos a pocas millas de distancia unas industrias vinculadas al negocio del Oil & Gas que van a dar mucho más trabajo que en la etapa anterior de atención a esas empresas.
Lo mismo y también vinculado a la posición estratégica será el atender los elementos que de la explotación de la minería submarina podamos atraer, y que será una oportunidad de negocio mucho más que notable.
No quisiera dejar atrás otro de los nichos importantes que se vienen hacia el sector de la reparación naval como son las remotorizaciones de barcos y su adaptación a los nuevos combustibles. Los cada vez más restrictivos usos de carburantes contaminantes en favor de otros más limpios y eficientes nos permitirá, si somos ágiles, generar un mercado tremendamente atractivo para Canarias.
