Tenerife, un destino turístico de renombre mundial y un enclave de gran valor natural, se enfrenta a una serie de desafíos ambientales. ¿Cuáles considera usted que son los principales desafíos ambientales a los que se enfrenta la isla en la actualidad?
Hacer compatible la conservación y el uso público sostenible con una mayor demanda de naturaleza es el gran reto actual y de futuro. Es evidente que el crecimiento del turismo y de la población ha generado una mayor presión sobre los espacios naturales protegidos y en esa tarea estamos trabajando.
Por otro lado, mejorar nuestra relación con los recursos naturales, reducir a la mínima expresión los vertidos al mar depurando y reutilizando un bien escaso y preciado en Tenerife como es el agua es esencial para mantener las economías rurales y un sector tan estratégico y vital para la isla como es la agricultura en un contexto global adverso motivado por el cambio climático y la sequía persistente.
¿Cómo evalúa la situación del medio ambiente en comparación con años anteriores?
En primer lugar, nuestra obligación como Administración es velar por la conservación de nuestra biodiversidad y nuestros espacios naturales y atenuar desde la prevención los impactos causados fundamentalmente por la acción humana. Ahí están, por ejemplo, los recientes incendios forestales. En este tiempo transcurrido desde el último hemos mejorado los recursos destinados a mejorar el operativo de incendios, ampliando y consolidando plantillas de profesionales en un proceso continuo de especialización. El objetivo es dar una respuesta rápida y eficaz a esta amenaza recurrente para nuestra masa forestal.
Hemos trabajado arduamente y dedicado una parte importantísima de nuestro presupuesto a recuperar las 12.000 hectáreas quemadas en 2023, en un proceso que durará años de intensa labor y compromiso financiero. Por otra parte, también estamos en continuo diálogo con la población que habita los espacios naturales, algunos de ellos tan importantes como Anaga o Teno, para contribuir a la mejora de su calidad de vida, invirtiendo en mejorar su accesibilidad, a través del acondicionamiento de pistas y senderos, en la depuración de aguas residuales, en el fomento. Son ejemplos válidos de cómo enfocamos las políticas de protección del medio natural en un territorio tan frágil como es el de la Isla en la que vivimos.
La Consejería de Medio Ambiente es el órgano encargado de velar por la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales de Tenerife. Sus acciones tienen un impacto directo en la calidad de vida de los habitantes y en la preservación de nuestro patrimonio natural. ¿Cuáles son las estrategias y proyectos que esta consejería está llevando a cabo para hacer frente a los desafíos ambientales de la isla?
Es fundamental el diálogo continuo con los colectivos vecinales, reforzando la inversión y los proyectos en marcha. Por poner un ejemplo, en los Parques Rurales de Anaga y Teno vamos a invertir más de 8 millones de euros para mejorar la red de riego, actuaciones en palmerales, apertura de pistas y mantenimiento de senderos. A los vecinos de estos espacios hay que transmitirles que son parte fundamental en la conservación de los paisajes y la naturaleza que albergan y que ellos han contribuido a preservar a lo largo de generaciones. Asimismo, se han convertido en un lugar de interés creciente para los turistas que nos visitan, por lo que también las infraestructuras deben ser mejoradas.
¿Cómo se está trabajando para conciliar la conservación de la biodiversidad con el desarrollo económico y turístico de la isla?
Por varias vías. En primer lugar, por la de la educación y la concienciación ambiental, transmitiendo la necesidad tanto a foráneos como locales que nuestro patrimonio natural debe de ser respetado y cuidado por todos los que lo visitan y hacen uso de él. Y, por otro lado, con la mejora de la capacidad de vigilancia y control de esos espacios que hemos incrementado exponencialmente en los últimos tiempos, reforzando la coordinación con las diferentes administraciones competentes, la estatal, la regional y las locales. A todos nos compete la protección del medio ambiente y juntos somos capaces de hacer más y mejor, llegar a más sitios, y en cualquier momento. En este punto tengo que agradecer esa disposición tan abierta y cooperativa que hemos encontrado en el resto de cuerpos policiales para reforzar y ayudar la labor que con tanto ahínco desarrollan nuestros agentes de Medio Ambiente, cuyas plantillas también estamos reforzando.
Además, también necesitamos la colaboración del resto de la sociedad, que cada vez nos comunica y nos alerta más y mejor sobre las agresiones al medio natural. El cuidado de nuestros espacios naturales es una labor compartida a todos los órdenes de la sociedad, más allá del ámbito de la administración pública. Es necesaria e imprescindible la implicación de toda la ciudadanía de la Isla y esto cada día más lo percibimos y es una buena noticia.
La transición hacia un modelo energético más sostenible es una necesidad imperante a nivel global. En este contexto, las energías renovables y la eficiencia energética emergen como pilares fundamentales para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y mitigar los efectos del cambio climático. ¿Qué papel desempeñarán estas tecnologías en la construcción de un futuro más limpio y sostenible?
Canarias es un territorio aislado que ha basado toda su producción energética en los combustibles fósiles más contaminantes que nos han hecho completamente dependientes del exterior por diferentes razones. Estamos en un momento histórico en el que es necesario la apuesta decidida por las energías renovables que nos den una creciente soberanía energética y que progresivamente nos aleje de las energías más contaminantes y responsables del cambio climático.
Desde el Cabildo tenemos el compromiso de ser parte activa de ese cambio y fomentarlo en el resto de la sociedad con herramientas mejores y potenciadas como es la Oficina de Transición Energética, que asesora y acompaña a cualquier administración, empresa o particular para lograr la mejor opción, incluyendo las ayudas y subvenciones públicas, para la transición y puesta en marcha de sistemas fotovoltaicos y de almacenamiento con baterías. Asimismo, estamos apostando por la movilidad eléctrica con la puesta en marcha este año de la Red Insular de Puntos de Recarga (un total de 38), que conectarán la Isla con sistemas de recarga que permitan el desarrollo de este tipo de movilidad con “0” emisiones. Por ello es esencial la transición a energías inagotables como las del sol, el viento, la geotermia y el mar.
En cuanto a los efectos sobre el planeta y la población, además de los problemas relacionados con la salud por la contaminación de las combustiones, ya no hay duda científica de que estas emisiones provocan un calentamiento de nuestra atmósfera que se está dejando sentir de muy diversas formas como puede ser las adversidades meteorológicas, problemas para los sectores de la economía, la salud, la gestión del agua y migraciones climáticas, entre otros. Por lo tanto, la materia clima-energía se está perfilando como una de las políticas multinivel esenciales de los poderes públicos en los estados, sus regiones, islas y municipios, tanto en las vertientes de mitigación del cambio climático -por medio de las renovables, la eficiencia energética, el transporte sostenible o la captura de carbono-, como de adaptación al cambio en todos los sectores afectados.
Por su parte, es deber de la sociedad convertir las amenazas en oportunidades y estas nuevas políticas no hay que olvidar que redundan no solo en una mejora de la independencia energética y el cuidado del planeta, sino en la creación de nuevos nichos de economía y empleo, que además serán estables y progresivos cuanto más se vayan afianzando dichas políticas. Ello sin olvidar los beneficios sociales para la ciudadanía, que está viendo reducida su factura eléctrica con las energías renovables mediante el autoconsumo individual y colectivo, y teniendo acceso así a una energía que permite soslayar incidencias como apagones y ceros energéticos, además de permitir luchar contra la pobreza energética, concepto que no tiene sentido cuando hablamos de energías gratuitamente disponibles en abundancia en la naturaleza. Es un buen ejemplo de que la sostenibilidad tiene a la vez componentes ambientales, económicas y sociales inseparables.
¿Cómo valora la colaboración con otras instituciones, como ayuntamientos, universidades y entidades privadas, en materia de medio ambiente?
El Cabildo de Tenerife se ha abierto completamente a la cooperación con todas las administraciones locales y la prueba son los innumerables proyectos que se están ejecutando en toda la Isla, tanto por parte de la Corporación insular como del Consejo Insular de Aguas de Tenerife. El nivel de ejecución del presupuesto es extraordinario y supera con amplitud el 90%. Y eso es fruto del trabajo y el esfuerzo coordinado de un equipo humano de primer nivel tanto en el plano profesional como en el humano que está trabajando con denuedo y esfuerzo en la plasmación de todas las políticas ambientales y de sostenibilidad. Asimismo, es de agradecer el esfuerzo en esta materia que están desarrollando los propios ayuntamientos, a los que hay que agradecer la colaboración y el nivel de diálogo permanente que estamos viviendo y que nos permite llegar mejor y con mayor efectividad.
Con la Universidad de La Laguna (ULL) tenemos numerosas colaboraciones en diferentes ámbitos, desde proyectos de investigación a la propia Cátedra de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, que desarrolla una incesante labor investigadora que refuerza la gestión ambiental insular. En este campo vamos ir a una mayor cooperación que creo que es lo deseable. La ULL es un recurso de primer orden para muchos campos de la gestión de la isla de Tenerife.
“Tenerife se ha convertido, por nuestra riqueza paisajística y natural, en uno de los destinos más importantes del planeta. Nuestro objetivo es permitir que este objetivo se pueda cumplir sin dañar a la naturaleza ni perjudicar a las comunidades que viven en torno a ella”
De cara a los próximos años y tras todo lo comentado, ¿qué proyectos gozarán de prioridad?
En mi opinión, los que afecten a la vida de las personas que habitan nuestros espacios naturales y los que tienen que ver con el uso público, es decir, con la regulación y la capacidad de carga limitada de algunos de nuestros espacios naturales más importantes, como puede ser el Parque Nacional del Teide o los Parques Rurales de Anaga y Teno. Asimismo, la adaptación y la mitigación del cambio climático, en la medida que afecta a nuestros paisajes y la biodiversidad, deben tener un lugar preferente en nuestra estrategia a medio y largo plazo.
A modo de conclusión, ¿cuál es su visión para el futuro del medio ambiente en Tenerife?
Creo que tenemos ante nosotros un reto formidable, que es enfrentarnos a un nuevo escenario mundial en el que el turismo se ha convertido en una prioridad para cientos de millones de personas y que quieren visitar los lugares que ven en vídeos y fotos. Y Tenerife se ha convertido, por nuestra riqueza paisajística y natural, en uno de los destinos más importantes del planeta. Nuestro objetivo es permitir que este objetivo se pueda cumplir sin dañar a la naturaleza ni perjudicar a las comunidades que viven en torno a ella. Para lograrlo necesitamos continuar fortaleciendo los medios y los recursos públicos que permitan controlar esos flujos de personas y vehículos, regulándolos y limitándolos cuando sea necesario para preservar esta riqueza natural.
Por otro lado, el medio ambiente representa, sin lugar a dudas, una prioridad para el actual Gobierno insular de Tenerife y la sostenibilidad constituye un factor primordial y transversal a cualquier área de gestión pública, y eso se demuestra con cifras, con el crecimiento de la inversión y de los recursos que se están dedicando a esta tarea.
